González Merino, Arcelia 1
La importancia de desarrollar una estrategia de conservación y uso sustentable de los recursos fitogenéticos tiene sentido, en primer lugar, por ser los materiales de construcción de los seres vivos.
El desarrollo de la biotecnología ha despertado un gran interés por los países desarrollados en la enorme diversidad biológica que se encuentra presente en los países en desarrollo. De estos, los países de la región latinoamericana ocupan los primeros lugares en diversidad de plantas (Brasil ocupa el primer lugar, Colombia el segundo, México, el cuarto) Ver Gráfico 1.
Es urgente así, desarrollar una estrategia que nos permita proteger los recursos de los cuales somos países de origen, así como proteger los derechos y conocimientos de agricultores y comunidades indígenas por la conservación y mejoramiento de los recursos genéticos vegetales.
Los recursos fitogenéticos han sido recolectados, usados y mejorados por siglos. Sin embargo, es relativamente reciente la preocupación por la pérdida de especies vegetales.
El objetivo del presente apartado se centra, así, en la revisión de los acuerdos internacionales más importantes que incluyen el tema de los recursos fitogenéticos.
El análisis de estos acuerdos tiene sentido por tres razones fundamentales.
En primer lugar, identificar los canales de negociación que nos permita desarrollar una estrategia de conservación y uso sustentable de nuestros recursos fitogenéticos a nivel nacional y regional.
En segundo lugar, el de proponer una estrategia de conservación y acceso a los recursos fitogenéticos, que adscribiéndose a tratados internacionales, puedan operar sin obstáculos legales de ningún tipo.
Dentro de las diferentes reuniones que se han llevado a cabo en el marco del Compromiso Internacional de Recursos Fitogenéticos, se ha propuesto el considerar algunos de los temas de preocupación del Convenio de Diversidad Biológica. Es el caso de los Derechos del Agricultor y el del Ámbito y Acceso a los Recursos Genéticos. Es esta una tercera razón fundamental, específicamente la revisión del Compromiso de Diversidad Biológica y el Compromiso Internacional de Recursos Fitogenéticos de manera armónica 2 , la que nos lleva a revisar estos acuerdos internacionales.
La estrategia, en términos de propiedad intelectual sobre los recursos fitogenéticos, para los países de la región latinoamericana, no puede establecerse, si no se revisan, simultáneamente cuestiones de propiedad sobre los recursos fitogenéticos, su conservación y el acceso a ellos.
Uno de los acuerdos más importantes que reconocen la transcendencia de conservar y usar de manera sostenible los recursos fitogenéticos es el Compromiso Internacional sobe los Recursos Fitogenéticos. Fue establecido en noviembre de 1983, por la Conferencia de la FAO en la resolución 9/83 3 .
En su artículo primero se nos explica que su objetivo es asegurar la prospección, conservación, evaluación y disponibilidad, para el mejoramiento de las plantas para fines científicos, de los recursos fitogenéticos de interés económico y/o social, particularmente para la agricultura 4 . Una de sus propuestas bastante controvertida es que en su postura inicial comprende a los recursos fitogenéticos como patrimonio de la humanidad y de que, por lo tanto, su disponibilidad no debe estar restringida 5 . El análisis de este acuerdo es de nuestro interés ya que se ha avanzado en muchos de los temas trascendentales para los países en desarrollo como son los derechos soberanos sobre los recursos fitogenéticos, los derechos de los agricultores, transferencia de tecnología, el reconocimiento de los derechos de las comunidades rurales como mejoradoras por años de estos recursos y la creación de un fondo de financiamiento para apoyar a los países en desarrollo.
Sin embargo, debe reconocerse, igualmente, que este acuerdo no tiene un carácter legar, lo cual limita la aplicación de sus avances, si bien se ha propuesto, en reuniones recientes la posibilidad de legalizarse.
Enseguida, analizamos algunos de los temas de mayor debate y que, constituyen también los temas de mayor interés para los países ricos en diversidad de plantas de la región latinoamericana.
Gran parte de la diversidad de plantas que existe a nivel mundial es conservada, seleccionada, mejorada y adaptada a las condiciones de cambio, por los pequeños agricultores y comunidades indígenas. Si bien sus tierras de cultivo no son tan productivas como las de los grandes productores por el uso de la biotecnología, sus variedades continúan siendo la materia prima de cualquier desarrollo de nuevas variedades. Reconocer sus derechos y contribución en la conservación y mejoramiento por años de la diversidad vegetal, es uno de los mayores propósitos y retos de los países biodiversos de la región latinoamericana.
El tema de los Derechos del Agricultor ha sido tratado desde 1979 dentro de la FAO hasta reuniones recientes (1998), en las que todavía no existe un acuerdo en el reconocimiento de la aplicación de los derechos del agricultor, en términos de compartir los beneficios resultado del acceso a los recursos genéticos. Es este el tema que a continuación analizaremos.
Desde 1989, sin embargo, se acordó dentro de la FAO el reconocimiento internacional tanto de los Derechos del Obtentor como los Derechos del Agricultor. Es en la resolución 5/89 donde se reconocen estos derechos, acuerdo firmado por más de 160 países.
Se entiende así, a los derechos del agricultor como aquellos derechos que provienen de la contribución pasada, presente y futura de los agricultores a la conservación, mejora y disponibilidad de los recursos fitogenéticos, particularmente de los centros de origen/diversidad 6 .
El objetivo explícito del Compromiso de reconocer estos derechos es con la finalidad de que estos agricultores se beneficien y continúen contribuyendo en la conservación y mejoramiento de los recursos fitogenéticos. La propuesta para este beneficio es a través de la asistencia y participación del uso mejorado de los recursos fitogenéticos mediante el mejoramiento genético y otros métodos científicos.
Además de este objetivo, dicho acuerdo también incluye asistir a los agricultores a nivel mundial y en la zona de origen/diversidad de recursos fitogenéticos, permitiéndoles participar de los beneficios que se deriven del uso de estos recursos mediante el mejoramiento genético y otros métodos científicos (Esquinas, 1997, pp. 273-299).
Inicialmente, el Compromiso se basaba en el principio aceptado a nivel mundial de que los recursos fitogenéticos constituyen un patrimonio de la humanidad, no estando restringida su disponibilidad. Posteriormente, y debido, entre otros aspectos, a que algunos países no se habían adherido al Compromiso por los posibles conflictos de disposiciones como ésta, en la Conferencia de la FAO se realiza un avance, aclarando que el término de libre acceso no significa gratuito. Se reafirma, así, que el concepto de patrimonio de la humanidad estaba sujeto a los derechos soberanos de los Estados miembros sobre sus recursos fitogenéticos. Se limita así el principio de acceso sin restricciones de varias maneras: a) reafirmando los derechos soberanos de los países sobre los recursos fitogenéticos; b) aclarando que el término libre acceso no significa que sea gratuito. Aquí también se reconocen los derechos del agricultor; c) limitando los beneficios del Compromiso, incluso el acceso a los recursos genéticos, a los países que se adhieran a él. Se establece, así, que los beneficios derivados del Compromiso Internacional son parte de un sistema recíproco y deben limitarse a los países que se adhieran a dicho Compromiso 7 .
La resolución 3/91, es de las más importantes ya que en ésta es donde por primera vez se reconocen los derechos soberanos de los países miembros sobre los recursos fitogenéticos.
Así entonces, el concepto de herencia de la humanidad, expuesta en el Compromiso Internacional, se sujeta a la propuesta de soberanía absoluta de los Estados sobre sus recursos fitogenéticos 8 .
En relación a los temas de acceso y compartimiento de los beneficios, se puede observar que se avanza sobre el acceso a los recursos genéticos, pero no sobre el compartimiento de los beneficios. Sin embargo, quedaron como propuestas la necesidad de este compartimiento de los beneficios, con un tema separado de acuerdos financieros, aunque también se propuso que el compartimiento de los beneficios fuera tratado dentro de los acuerdos financieros.
Finalmente, sobre el carácter legal del Compromiso, por un lado se propuso como protocolo de la Convención de Diversidad Biológica, aunque por otro no se estuvo de acuerdo con esto. Sin embargo, se puede aseverar que existe un consenso general en la propuesta de que se conforme como un acuerdo vinculante.
Lo que debe ser considerado es que la cuestión de los derechos del agricultor no es simplemente de justicia y equidad, sino también representa un medio para asegurar que los recursos genéticos, de los que todos dependemos, se conserven y sigan estando disponibles, para lo cual se requieren mecanismos de financiamiento e instrumentos legales que faciliten su ejercicio (Esquinas, 1997).
2 Tal como lo propuso la Comisión de Recursos Genéticos en 1995
3 Compromiso Internacional sobre los recursos Fitogenéticos, op. Cit.
4 Ibíd.
5 Ibíd
6 Ibíd
7 Resolución 4/89, Informe del 25º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, Roma, 11-29 de Noviembre de 1989.
8 Extracto del 26º período de sesiones de la Conferencia de la FAO, Roma, 9-27 de Noviembre de 1991.