José César Kaplan Navarro* y Jorge Martín López Vidaurry**
Recibido: 10-07-2010 - Aprobado: 05-10-2010
RESUMEN: Los recursos inevitablemente limitados del gobierno requieren que su gestión sea cada vez más competitiva. En México, varios municipios de diferentes estados, han implementado sistemas de medición del desempeño. Sin lograr aún resultados satisfactorios de la competitividad, calidad de la habitabilidad y satisfacción del ciudadano. Aquí se reporta un sistema estratégico para medir la competitividad. Correlacionando habitabilidad y satisfacción del ciudadano en el gobierno local. Para identificar indicadores estratégicos de competitividad, habitabilidad y satisfacción del ciudadano, mediante métodos estadísticos determinando el impacto y beneficiando a una mejor toma de decisiones para conducir con mayor puntualidad el desarrollo de una comunidad. Palabras clave: Competitividad, gobernabilidad, sistema municipal |
ABSTRACT: |
La apertura económica y el ejercicio de la democracia, son factores que han influido en la implementación de políticas públicas, que impulsan el desarrollo institucional de los Gobiernos en general. Aunado al fenómeno de la globalización se generó que la idea de medir y evaluar a los Gobiernos se extendiera por todo el mundo. España, los aplica para optimizar los recursos públicos locales (Mora, 2004), y como un sistema de información (Navarro y Flores, 1997); Francia como sistema por la calidad (Pereiro, 2008); China para desarrollo de políticas públicas (Hwan, 2002); Estados Unidos para medir la aplicación de los recursos (ICMA, 2001). La gestión y racionalización de los recursos, requiere que el gobierno local sea más competitivo, de ahí que la productividad y capacidad para agregar valor a la sociedad en general, sean factores críticos de éxito (Porter, 2003).
En México a partir de los 90s, los gobiernos locales se han preocupado por mejorar su gestión. Sin embargo, en algunos gobiernos, los sistemas de de gestión de la calidad sólo son usados para acceder a más recursos, sin que los resultados de medición del desempeño hayan tenido un efecto positivo en la atención a las necesidades de la sociedad (Rodríguez, 2008).
Otras herramientas consideran indicadores de desempeño gubernamental, como la Agenda Desde Lo Local de la Secretaría de Gobernación, que es una réplica del IWA 4; el Sistema de Indicadores de Desempeño (SINDES) propuesto por la Asociación de Municipios de México, A.C. (AMMAC), la Evaluación al Desempeño Municipal, que realiza el Congreso del Estado de Sonora con el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) y las evaluaciones de las calificadoras de riesgo como Fitch Rating y Standard & Poors (Pulido, 2009).
En Navojoa, se ha visto que dados los incipientes resultados positivos hacia la competitividad del gobierno municipal y la satisfacción del ciudadano, el Sistema de Gestión de Calidad actual y la medición del desempeño con indicadores, inducen al desequilibrio del desarrollo de las acciones para mejorar la gestión pública (Cuenta Pública, 2008; Cifras y Datos, 2008).
Algunos gobiernos locales de España (Haaz, 2009) y de México (AMMAC, 2009), han hecho esfuerzos por certificar procesos aislados, buscando fortalecer algunas áreas de atención al ciudadano o transparencia en sus gestiones.
Aquí se presenta, el desarrollo de un sistema estratégico para medir la competitividad, correlacionando calidad de habitabilidad y satisfacción del ciudadano en gobiernos locales.
Al enfrentarse a un proceso de evaluación de la competitividad, habitabilidad y, satisfacción del ciudadano, surgen interrogantes de carácter general disputándose el enfoque, la formación y la especialización. Pero, se plantea la pregunta fundamental ¿Cómo saber que hemos estado actuando apropiadamente en la gestión municipal? Esta cuestión es amplia y debe enfocarse hacia los actores del gobierno público, quienes no están habituados a una evaluación real o verdadera.
En México, en una gran cantidad de funcionarios del gobierno local, se manifiesta evidentemente la ausencia del proceso de evaluación en la gestión de gobierno local. Porque a los problemas que se enfrentan les dan solución inmediata, sin un análisis congruente o con bases metodológicas.
Basándose en lo anterior, se hace imprescindible potenciar en diferentes áreas de la gestión municipal, la obtención, análisis, evaluación e interpretación de indicadores, y la toma de decisiones de manera eficiente. Esto constituye un problema científico de actualidad a resolver y que requiere de investigaciones desde lo conceptual hasta lo práctico, es decir, con valor teórico-práctico.
Competitividad y Desempeño Municipal. La competitividad de las ciudades se integra con colaboración (Porter, 1996). Sin embargo, aún no hay un acuerdo en la conceptualización de competitividad que vaya más allá de la apreciación genérica, que se restringe a la aptitud de lograr una ventaja sobre los competidores que se traduzca en beneficios superiores a la media (Morales y Rendón, 2000; Jiménez, 2006).
Aproximarse a la medición del desempeño implica cuantificar y controlar indicadores que revelen el cumplimiento de metas de una institución, convirtiéndose en bienes y servicios para la sociedad (Hernández, 2002; Conzuelo, 2002). Es decir, se mide la efectividad y eficacia de la gestión administrativa (ICMA, 2007).
Si bien es cierto, que el concepto de competitividad en principio está reservado para usarse en el contexto de la industria; asimismo, hay autores como Porter, Begg y Sobrino en Cabrero (2003), quienes coinciden en que la competitividad es un proceso de competencias suscritas no sólo a factores económicos. Sino que también a las capacidades de las ciudades o regiones para generar un entorno físico, tecnológico, social, político y ambiental que facilite ejecutar las actividades económicas.
Además, de la localización espacial, una estrategia de competitividad para las ciudades es la capacidad para crear un entorno económico-social, tecnológico, ambiental e institucional, para mejorar el apoyo empresarial, la planeación estratégica y los vínculos de universidad-empresa (Cabrero et. al. 2003).
Chávez y Rayas (2008) señalan que el desempeño del gobierno local es directamente proporcional a la calidad del servicio que brinda a sus ciudadanos. Por ello, el factor competitividad local es clave para el desarrollo comunitario y el bienestar social.
Habitabilidad urbana. El Diccionario de la Lengua Española en su edición vigésima segunda, define habitabilidad como aquello que tiene características naturales o adquiridas para habitarse.
La habitabilidad no se restringe sólo a lo material, si no que abarca el entorno (Veenhoven, 1996; Maldonado, 2006). Colavidas y Salas (2006), definen habitabilidad como un conjunto de estructuras físicas elementales (espacios públicos, infraestructura de agua, saneamiento y energía, servicios de educación, salud, servicio de educación y espacio productivo) que tanto en su referente social como económico satisfacen esas necesidades esenciales de residencia que tenemos las personas. Valladares et al. (2008), concluyen que habitabilidad se refiere a la capacidad para facilitar el desarrollo de las personas, mediante la oferta de condiciones favorables del entorno.
Satisfacción del usuario. Hay cierto acuerdo en la opinión de los usuarios sobre los productos o servicios que reciben, y es factor clave a considerar en la gestión pública. Pese a la complejidad de evaluar la calidad del servicio, se han desarrollado modelos destacándose el Modelo de las Deficiencias (Ruiz, 2001).
* Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) E-mail: jose.kaplan@cesues.edu.mx
**Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON) E-mail: jjvidaurry@hotmail.com
Vol. 32 (2) 2011
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