Johnny Tamayo Arias1
Para poder llegar al diagnóstico de nuevas empresas de conocimiento debemos partir de los procesos de sistematización de conceptos con el que se genera un sistema de conocimiento; esta forma de conversión de conocimiento implica la combinación de distintos cuerpos de conocimiento explícito. Los nuevos empresarios intercambian y combinan conocimiento a través de distintos medios como documentos, juntas, conversaciones y redes de información.
La reconfiguración de la información existente que se lleva a cabo clasificando, añadiendo, combinando y categorizando el conocimiento explícito, puede conducir a un nuevo conocimiento.
El concepto de producto creado involucra a una comunidad de individuos en interacción que tienen antecedentes y modelos mentales diferentes, mientras los miembros del departamento de I+D+I se enfocan en el potencial tecnológico, los de producción y los de mercadotecnia están interesados en otras cosas, son algunas de esas experiencias modelos mentales, motivacionales e intenciones distintas que se pueden expresar en el lenguaje explícito.
La elaboración de sistemas de trabajo basados en plataformas tecnológicas trae consigo una serie de integración de procesos en diferentes ámbitos, a nivel organizacional, colaborativo (interacción de los usuarios del sistema), y tecnológicas. Esquematizar el perfil y las características que moldean el sistema basándonos en el enfoque cognitivo, nos lleva a obtener una serie de herramientas que ayudan al diseñador del sistema crear interfases orientadas a la consecución de resultados. La obtención de la información surge de las mismas actividades cognitivas, que se van creando durante el proceso de evolución adaptativa del individuo y su medio (Nonaka, takeuchi ,1994).
Para el diseño de los procesos de negocio que soportan el núcleo del negocio, se debe tener en cuenta la integración de todos los actores que intervienen en el desarrollo y puesta en marcha de las iniciativas de empresa, todos ellos soportados en herramientas informáticas que ayudan a la gestión, desarrollo y control de las actividades, partiendo del tipo de conocimiento explícito dado por la experiencia de resultados generados procedimientos y experiencias corporativas.
El desarrollo de estas nuevas empresas de conocimiento se caracterizan por iniciar como proyectos de desarrollo tecnológico con un alto grado de innovación dada por las necesidades de un mercado identificado, una vez visualizado este tipo de nucleo de negocio , se empieza a vislumbrar una tendencia del proyecto a convertirse en una red de trabajo tecnológico cuyo objetivo es la generación de valor a través del producto tecnológico innovador. El proceso de identificación de la red de la interacción del grupo de trabajo y las diversas personas y empresas que interactúan en la consecución del objetivo de desarrollo de nuevos productos, tienen como fundamento la integración vertical de las tareas a través de flujos continuos de información para el desarrollo de procesos. Las estructuras verticales basadas en redes tienen como característica esencial identificar áreas estratégicas, operativas y de soporte (Tamayo 2003), el área estratégica son las diversas actividades que hacen parte del desarrollo y posicionamiento de la idea de empresa resaltando el tema diferenciador del producto o servicio como el desarrollo de nuevos productos, nuevos mercados, etc. El área operativa hace parte de todos los proyectos que integran y ayudan al flujo continuo e interrelación de las áreas estratégicas del negocio, podríamos afirmar que el área operativa son proyectos de desarrollo tecnológico y de negocio orientados al posicionamiento de la estrategia. El área de Soporte son todas las actividades que ayudan a brindar una infraestructura tanto tecnológica como de conocimiento para el desarrollo de los proyectos operativos y estratégicos, a continuación se detalla un esquema ilustrativo de la interacción de cada una de estas áreas.
Figura 03
Estructura Organizacional (Elaboración propia).