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oy día se entiende con mayor propiedad que no es suficiente conocer la estructura y funcionamiento de los sistemas nacionales de innovación para mejorar su eficacia, también es necesario conocer al “público” no solo como un consumidor pasivo de los beneficios que producen dichos sistemas, sino muy por lo contrario, como un agente de gran importancia dentro de los mismos, determinante al momento de apoyar o rechazar los productos o resultados de la actividad innovadora.
Igualmente, es ahora conocida y valorada la estrecha relación de interdependencia entre ciencia, tecnología y sociedad y como el “público” tiene un papel activo en el contexto de la innovación, sobre todo si se incorpora a este contexto el fenómeno o idea del riesgo.
Estas son algunas de las razones por las que en América Latina se ha incrementado el interés por conocer la percepción pública de la ciencia y la tecnología. Es en este sentido que resalta el artículo de Marc Bovenschulte que incluimos en este número de la Revista Espacios, donde se intenta una aproximación metodológica que permita vincular el desarrollo tecnológico y la innovación con la percepción que la sociedad o grupos sociales específicos tienen sobre la ciencia y la tecnología y sobre la influencia que éstas pueden tener sobre su propio futuro.
Para garantizar la eficacia, competitividad y sobrevivencia de los sistemas de innovación, Bovenschulte se interesa no solo en detectar cierta actitud ingenua, asociada a la admiración por el progreso y por las grandes innovaciones, también busca identificar esa actitud reflexiva del “público” que es capaz de relacionar los nuevos desarrollos tecnológicos con los mas caros objetivos y desafíos de la sociedad, tales como la justicia social, la protección del medio ambiente, etc., resaltando el hecho de que esta actitud hacia la innovación no necesariamente esta asociada a un nivel de conocimiento de hechos o teorías científicas, sino por la comprensión reflexiva de las posibilidades, limitaciones e impacto del desarrollo tecnológico. No solo se trata, dice el autor, de entender el impacto de las innovaciones en la sociedad, sino también del impacto social en el sistema de innovación y en la competitividad a los fines de diseñar políticas que estimulen la innovación, la competitividad y la sostenibilidad de los propios sistemas de innovación.
El Editor
Vol. 28 (1) 2007
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