Hugo M. Rodríguez
Es interesante observar la evolución de la cantidad total consolidada de patentes obtenidas en EEEUU -con prioridad argentina y de inventores argentinos residentes en el exterior- porque de algún modo es un indicador de la “creatividad tecnológica” de los argentinos, tanto los residentes en el país como en el exterior (Cuadro 4). Si bien la cantidad anual consolidada de patentes muestra una tendencia levemente creciente, a razón de menos de tres patentes por año, sin embargo dado el bajo nivel de patentes de que se parte, debemos admitir que es totalmente irrelevante en el conjunto de patentes norteamericanas. También es ilustrativa la comparación de la evolución temporal de estos dos subgrupos por separado en estos últimos 16 años (Figura 13). Como se puede observar en el gráfico, cada vez cobra mayor relevancia el patentamiento de los argentinos residentes en el exterior. Por ejemplo, mientras en 1990 las patentes con prioridad argentina duplicaban a las patentes de inventores argentinos sin prioridad, en el año 2004 estas últimas más que duplicaban a las primeras, es decir, se invirtió totalmente la relación. Varias pueden ser las causas de este fenómeno, siendo tal vez las más importantes: a) la gran cantidad de investigadores argentinos que han emigrado, b) la mayor productividad que logran los argentinos residentes en el exterior por disponer de mejores condiciones para el trabajo de investigación y desarrollo y c) la mayor propensión a patentar las innovaciones tecnológicas que existe en los países industrializados (sede más frecuente de la emigración de investigadores argentinos).
Cuadro 4
Año
|
Cantidad Total de patentes AR en EEUU
|
Patentes con prioridad AR
|
Patentes de inventores AR (sin prioridad)
|
Relación Inv/Prior
|
1990
|
18
|
12
|
6
|
0,5
|
1991
|
20
|
7
|
13
|
1,86
|
1992
|
25
|
13
|
12
|
0,92
|
1993
|
30
|
18
|
12
|
0,67
|
1994
|
37
|
17
|
20
|
1,18
|
1995
|
36
|
19
|
17
|
0,89
|
1996
|
33
|
10
|
23
|
2,3
|
1997
|
43
|
18
|
25
|
1,39
|
1998
|
51
|
23
|
28
|
1,22
|
1999
|
57
|
21
|
36
|
1,71
|
2000
|
66
|
26
|
40
|
1,54
|
2001
|
54
|
21
|
33
|
1,57
|
2002
|
59
|
28
|
31
|
1,11
|
2003
|
71
|
32
|
39
|
1,22
|
2004
|
61
|
17
|
44
|
2,59
|
2005
|
39
|
13
|
26
|
2
|
Total
|
700
|
295
|
405
|
1,37
|
Un tema recurrente que se suele plantear no sólo en los países subdesarrollados sino también en los países altamente industrializados es el de analizar si resulta indiferente para los intereses de un país el que las empresas, especialmente en las áreas estratégicas, pertenezcan a capitales nacionales o sean extranjeras (Reich, 1990 y 1991, Tyson, 1991). Para arrojar algo de luz sobre este tema es interesante analizar, a modo de ejemplo, la política de innovación tecnológica que llevan a cabo dos importantes empresas del sector petrolero que actúan en el país, Repsol-YPF, trasnacional de origen español, y Petrobras, empresa nacional brasileña. Esta comparación nos permitirá apreciar las significativas diferencias de comportamiento entre ambos tipos de empresas. Nos limitaremos a evaluar aquí la cantidad de patentes que obtuvo cada una de ellas en sus respectivos países de origen y también las patentes que ambas obtuvieron en los Estados Unidos en el período 1990-2005, el carácter de las mismas, es decir, si invocaron o no alguna prioridad extranjera en cuyo caso identificaremos su origen y finalmente la nacionalidad de sus inventores. El Cuadro 5 muestra esta información.
Cuadro 5
Cantidad de patentes obtenidas en sus respectivos países
y en Estados Unidos en el período 1990-2005
Fuente: USPTO
Si bien Repsol es una empresa trasnacional proveniente de un país no central, llama la atención la escasa cantidad de patentes que obtuvo en EEUU, especialmente cuando la comparamos con la cantidad de patentes que obtuvo Petrobrás. Por cada patente obtenida por Repsol, Petrobras obtuvo más de tres patentes. Pero lo más significativo en esta comparación es el carácter de estas patentes. Mientras que el 85,3% de las patentes de Petrobras lo fueron con prioridad brasileña y el 97,7% correspondieron a inventores de nacionalidad brasileña, hecho que evidencia la importancia de la actividad de innovación tecnológica endógena que realiza esta empresa estatal en Brasil. En el caso de Repsol-YPF estos porcentajes apenas alcanzaron al 7,9% de las patentes que lo fueron con prioridad argentina y sólo el 10,5% correspondió a inventores argentinos, en tanto que el 42,1% invocó prioridad española y el 86,85% correspondió a inventores españoles. Las cifras muestran a las claras que la empresa trasnacional Repsol-YPF privilegia absolutamente la realización de la actividad de innovación tecnológica que desarrolla en su propio país (España) por sobre la que pudiera desarrollar en el país de asiento principal de sus operaciones extractivas e industriales (Argentina).
Este comportamiento que es característico de todas las empresas trasnacionales y no sólo de Repsol- resulta sumamente perjudicial para los países anfitriones de las empresas trasnacionales por dos grandes razones: primero porque la I+D, que es una actividad que demanda empleos de muy alta calificación que redundan en una mejor calidad de vida de los habitantes de un país, se concentra fuera del país restándole posibilidades de desarrollo al mismo, y en segundo lugar porque hace que una empresa en este caso la más grande del país- se vuelva totalmente dependiente de la tecnología proveniente del exterior (Rodríguez, 2004), con el consiguiente costo económico que esto implica. Entre otras cosas, esto significa que la empresa de mayor facturación del país que, por ello debiera ser una de las que está en mejores condiciones de invertir fuertemente en I+D no lo haga o, por lo menos, no lo haga en el país. El contraste con el accionar de una empresa nacional como es Petrobras es apabullante a este respecto. El contraste es mayor si se tiene presente que la empresa YPF, cuando pertenecía al estado nacional, llegó a disponer de un importante Laboratorio de I+D que luego fuera totalmente desmantelado. Recordamos la época en que un conocido periodista televisivo con ironía hurgaba inquisitivamente en un aparato telefónico buscando algo llamado “soberanía” sin lograr nunca verla. Esa era entonces la principal campaña en contra de las llamadas “empresas nacionales”. Transcurridos más de diez años y luego del fuerte proceso de extranjerización sufrido por la economía argentina creo que el ejemplo que proporciona la comparación precedente entre Repsol-YPF y Petrobras deja ver un aspecto importante de lo que debemos entender por soberanía nacional: “soberanía es trabajar por y para los intereses del país y de sus habitantes”.