Hugo M. Rodríguez
Es interesante analizar más detenidamente el significado de las patentes obtenidas por inventores argentinos en los EEUU. Estas pueden responder, a su vez, a una prioridad argentina o no. En este último caso, sólo caben dos posibilidades: o se trata de inventores argentinos residentes fuera del país, o son inventores que aunque residentes en el país han decidido solicitar la primera patente por sus invenciones en los EEUU o en otros países extranjeros. Esta última alternativa, si bien se ha verificado en algunos casos, en general es mucho menos probable dado que no es muy racional , por lo que podemos aceptar sin cometer un gran error, que las patentes obtenidas por inventores argentinos en Estados Unidos sin invocar prioridad argentina corresponden a inventores residentes en el exterior, es decir, esto sería otra consecuencia negativa de la conocida “fuga de cerebros”.
En la figura 11 se muestra la distribución de las patentes obtenidas por inventores de cada país según lo hayan sido con prioridad o sin prioridad del mismo país (OCDE, 1994). Aquí también se observa un comportamiento bastante diferenciado entre países. En general en los países desarrollados predominan fuertemente las patentes con prioridad, en tanto que en los subdesarrollados predominan las patentes sin prioridad. Hay algunas excepciones que responden a particularidades nacionales. Por ejemplo, Canadá presenta una muy baja participación de las patentes con prioridad. Esto puede deberse a varias razones: a) la facilidad que tienen los canadienses para patentar directamente en EEUU (por su vecindad), b) la fuerte presencia de empresas norteamericanas que realizan actividades de innovación en Canadá cuyas primeras patentes las solicitan en EEUU y, en consecuencia, aunque corresponden a inventores canadienses no invocan prioridad de Canadá, c) la existencia de un importante éxodo de investigadores canadienses a los Estados Unidos (Grupp y Schmoch, 1999). En lo que respecta a Argentina, el 61% de las patentes obtenidas por inventores argentinos en EEUU entre 1976 y 2005 lo fueron sin invocar prioridad argentina, en tanto que el 39 % sí la invocó. De esto podemos concluir que es mayor la producción inventiva (patentada en Estados Unidos) de argentinos residentes en el exterior, que la realizada por los residentes en el país. Esto, de por sí, habla de la escasa actividad innovadora local con trascendencia internacional. La situación de Brasil -aunque semejante a la de Argentina- es algo más favorable dado que allí las patentes se distribuyeron casi en partes iguales entre las obtenidas con y sin prioridad. Otra interpretación que se puede hacer en este tema es la siguiente. Si consideramos que los Estados Unidos, por ser el mayor mercado nacional del mundo sumado al hecho de ser líder tecnológico en la mayoría de los sectores económicos, constituye el centro obligado de patentamiento para los innovadores de cualquier parte del mundo, el análisis de la nacionalidad de los inventores que obtienen patentes norteamericanas nos permite evaluar el peso internacional que tienen los nacionales de cada país en la actividad innovadora mundial (Grupp y Schmoch, 1999). La Figura 12 muestra precisamente dicha participación para los países seleccionados expresada como porcentaje del total de patentes concedidas en Estados Unidos entre 1976 y 2005. Aquí nuevamente se observa la enorme distancia que sacan Japón y Alemania al resto de los países. Luego tenemos, con diferencias menores entre sí, a los restantes países desarrollados (o de fuerte desarrollo reciente). Finalmente, muy alejados de los principales protagonistas, tenemos a la inmensa mayoría de los países subdesarrollados. Estos están individualmente por debajo del 0,1% de participación en el patentamiento en los Estados Unidos. En particular, los inventores argentinos apenas participan con un 0,03%, menos de la mitad de lo que lo hacen los inventores de Brasil y México. Este hecho es muy significativo y pone de manifiesto un comportamiento característico de Argentina. Por un lado, la escasa actividad innovadora que realizan las propias empresas argentinas, por otro lado, la despreocupación que muestran estas empresas por proteger en el exterior mediante patentes sus innovaciones (cuando efectivamente las realizan) y, finalmente, la casi nula actividad innovadora local que realizan las empresas extranjeras radicadas en el país.
Figura 11
Patentes concedidas en Estados Unidos entre 1976 y 2005
(a inventores de dichas nacionalidades con y sin prioridad nacional)