Leonardo Alberto Salazar Liendo (*)
RESUMEN
Abogamos por un desarrollo sustentable que, además de normar al trabajo cotidiano dentro de un contexto ecológico y de respeto a la naturaleza, esté enraizado en una ética participativa de la comunicación y en una orientación hacia el use y fortalecimiento del poder, a nivel local, que posibilite interven-ciones de apoyo a la potenciación de los recursos disponibles, tanto humanos como materiales, en las comunidades rurales. |
ABSTRACT
We plead for a sustainable development that, besides ruling the common work in an ecological and nature respecting context enclosed in a sharing ethics of comunication and guidance towards the using and enforcement of power, at local level, to make possible support interventions for the strengthening of available resources -human as well as material- in the rural communities. Starting from, whithin the methodological frame of R&D, the participative problem definition, from level of cultivation, production and agricultural systems, the common experience of a rural community as a vector of knowledge integration of cultural tradition of the technological knowledges used to facilitate and settle enviromental education processes suitable for the everlasting community development. |
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La acción que da origen a este trabajo es parte del programa de investigación, validación tecnológica y capacitación implantado en el Proyecto de Investigación Integral para el Desarrollo de las Zonas Altas de Lara (ZONALTA), en Venezuela, bajo la coordinación institucional del FONAIAP-Lara y con la participación del MARNR, FUNDAGREA, ACOMISA, IPE, Cooperativa Alianza, Asociación Civil José Eleazar Mendoza, Asociación Civil La Triguera Norte, la Alcaldía del Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara y diferentes individualidades. Este proyecto tiene como área piloto el Municipio Andrés Eloy Blanco, capital Sanare, del estado Lara, Venezuela. ZONALTA tiene influencia directa en alrededor de 200 familias en las comunidades de Bojó, Monte Carmelo, Las Lajitas, Palo Verde, La Triguera y Caspito.
El trabajo educativo al cual nos referiremos aquí es parte de una acción de investigación para el desarrollo local integral en la comunidad de Caspito. Como tal está inmerso a interconectado con actividades de investigación y validación en áreas agrícolas (las que incorporan acciones para la consolidación de una agricultura eeológica), con actividades de desarrollo de potencialidades manuales y artesanales, con actividades de salud integral (las cuales incluyen implantación de huertos familiares y medicinales y asistencia médica), con actividades de fortalecimiento de la organización campesina y con otras actividades de capacitación en la comunidad.
Caspito está ubicado a alrededor de 15 km de Sanare por la vía hacia «Las Quebraditas.» Forma parte del área de protección del Parque Nacional Yacambú y, por tal motivo, tiene una reglamentación especial del use de la tierra y de la actividad económica con miras a promover el mantenimiento de la zona como productora de agua de calidad para el consumo humano futuro de Barquisimeto y de riego en la Depresión de Quibor, a través del Embalse Yacambú.
La principal actividad económica es el cultivo del café, en terrenos con pendientes agudas y suelos con características ácidas (pH por debajo de 5). La altitud varía aproximadamente entre los 900 y los 1700 msnm, con una precipitación media anual cercana a los 2000 mm y los suelos presentan alta fragilidad y susceptibilidad a la erosión. La temperatura media anual está alrededor de los 22°C (FUDECO, 1973).
La comunidad de Caspito está conformada por unas 130 familias campesinas, con promedio de 5 hijos por familia. Aunque la cantidad de analfabetas es pequeña, en su gran mayoría los pobladores tienen un grado de instrucción que no pasa del tercer año de educación primaria y presentan dificultades para la lectura, escritura y las operaciones matemáticas elementales. La alimentación es básicamente constituida por la ingesta de harinas y pastas, leguminosas, sardinas y algunas frutas de la zona, entre ellas el cambur.
La metodología utilizada en ZONALTA está condicionada por una filosofía de democratización de las interacciones entre los técnicos y los campesinos (Salazar, 1992, 1993). Para tal fin, proponemos estrategias de relaciones alimentadas por propuestas comunicativas participativas (Salazar 1992, Morros, de Marcano y Salazar, 1993) que faciliten la interacción democrática efectiva. De manera general tratamos de contribuir con una reproducción cultural (Habermas, 1987a y b, O'Neill, 1985) a través de un doble intercambio entre el mundo de la vida (la tradición cultural, la comunidad, la familia, los valores y conocimiento populares) y el sistema social (la economía y la política).
El proceso metodológico es el de la investigación/desarrollo (I/D), el cual contempla un diagnóstico participativo de la situación de la producción, de la organización, de la educación, de la salud; en fin, de las condiciones generales de desarrollo de la comunidad. De acuerdo a los resultados de ese diagnóstico se establecen las líneas estratégicas generales de acción para estimular el proceso de desarrollo local, partiendo de los problemas que por consenso se considere prioritario abordar en las discusiones entre productores y profesionales participantes en el proyecto. Por último se establece un plan de seguimiento y evaluación permanente de las acciones acordadas dentro de las estrategias definidas.
El diagnóstico permitió determinar tres áreas prioritarias de problemas en el ámbito de la comunidad de productores:
Los resultados del diagnóstico permitieron establecer una estrategia de desarrollo sustentable sobre la base de un programa de estímulo a una agricultura ecológica. Nuestra concepción del desarrollo sustentable está enraizada en lo expuesto en el informe Bruntland (1988), con consideraciones extraídas de los planteamientos realizados con respecto a la comunicación por Habermas (1987a y b) y con respecto al poder por Foucault (1988), Rabinow (1984). De esta manera concebimos el desarrollo sustentable como las acciones dirigidas a la potenciación de las capacidades humanas dentro de un equilibrio y respeto a la naturaleza, estimulando prácticas efectivas tanto de comunicación democrática como de apropiación y ejercicio del poder por parte de los individuos y comunidades hasta ahora excluidos de tales prácticas, con el fín último de garantizar la producción y reproducción perdurable de las generaciones presentes y futuras en el tiempo y en el espacio.
En este contexto la agricultura ecológica encaja como práctica que simultáneamente aborda los problemas planteados en el diagnóstico. Por un lado, un régimen ecológico se constituye en alternativa de solución a los problemas de la contaminación ambiental y humana, al mismo tiempo que provee las herramientas para comenzar a eliminar las dependencias sobre insumos importados costosos (la agricultura ecológica contempla la elaboración de insumos utilizando material es naturales provenientes de la misma finca y estimulando el use de tecnologías no contaminantes apropiadas a las condiciones socioculturales de los productores). Por otro lado, la agricultura ecológica promueve la utilización del conocimiento tradicional campesino, contribuyendo de esta manera con la validación y valorización de su cultura.
La intervención se realiza partiendo de la actividad económica principal de la comunidad de productores: lo que hemos llamado las parcelas de cultivo (sistema de cultivo café). En este sentido, el diagnóstico, la observación directa y el diálogo con los productores permite determinar, dentro del contexto de los problemas generales, los problemas específicos del cultivo café. A saber: en algunos casos poca o inexistente aplicación de nutrientes a las plantas, en otros casos aplicación de fertilizantes y otros productos químicos costosos y no apropiados para las condiciones ecológicas y de use de la zona; escaso sombreamiento del café producto de implantación de prácticas inadecuadas; prácticas de siembra estimulantes de procesos erosivos y problemas relacionados con plagas del cultivo.
A este nivel, de común acuerdo con los productores, se toma la decisión de realizar un programa de capacitación en agricultura ecológica. Este plan se lleva a cabo a través de la realización de dos talleres, con la incorporación de productores experimentados en la producción ecológica del café (en este caso productores mejicanos de Chiapas). En resumen la capacitación estuvo relacionada con la preparación de abonos tanto en forma de compost y humus de lombriz como en forma de lodo de biodigestores y purines fermentados; con el control biológico de plagas y con prácticas de manejo conservacionista. A partir de esta capacitación se elabora y ejecuta una propuesta de intervención para las parcelas de cinco productores voluntarios de Caspito.
Dentro del contexto integral del análisis y la intervención, la detección específica de problemas se amplia de la parcela de café a toda la finca, incluyendo la familia, (sistema de producción). Aquí encontramos la existencia de una escasa diversificación de la producción, relacionada a una capacitación para la producción inadecuada y aunado a condiciones de salud y alimentación de la familia deficientes. A este nivel se decide implantar programas de capacitación en diversificación de cultivos, se incluye un programa de estímulo para huertos familiares y medicinales, una actividad de sombreamiento de cafetales con distintas plantas cítricas y programas de capacitación en el desarrollo de destrezas manuales.
Ampliando el horizonte de análisis, encontramos que al nivel de la comunidad y municipio (sistema agrario), los problemas están relacionados con una escasa participación de los organismos del Estado en acciones de desarrollo, un sistema educativo rural basado en programas educativos para contextos urbanos, una asistencia en materia de salud inexistente y un bajo nivel de iniciativa para apoyar acciones para el desarrollo local por parte de la Alcaldía. En este contexto se inician acciones de cogestión, junto a los productores, para dinamizar las interacciones con los organismos que actúan en el sistema agrario. En este sentido se logra incorporar a la Alcaldía bajo la figura de un convenio de apoyo financiero a las actividades de producción ecológica de café, se establecen acciones de asistencia médica con la incorporación a la comunidad de pasantes de medicina (en su etapa culminante de estudios) de la UCLA; igualmente, se consigue asesoría en materia organizativa para buscar facilitar procesos de autogestión en la organización de los productores.
A partir del inicio de las anteriores acciones, concomitantemente, se inicia la incorporación de los estudiantes de la escuela primaria a los trabajos de agricultura ecológica, especialmente a las actividades de huertos familiares y a la producción de café. Se logra un acuerdo con los educadores por medio del cual se instrumenta el día lunes para la incorporación de los estudiantes a las actividades de investigación y validación tecnológica adelantadas por ZONALTA. Esta incorporación de la rutina del trabajo diario y del conocimiento tradicional a la programación de la educación formal es un intento de complementar la información convencional impartida en la escuela con una información llena de significado práctico para la vida cotidiana de los futuros productores. Igualmente, esta actividad abrió la posibilidad de que la escuela pudiera convertirse en un laboratorio para la elaboración de propuestas de transformación autogestionaria. Por ejemplo, el desarrollo de una propuesta de educación integral para los adultos, abierto a la participación de todos los interesados incluyendo jóvenes, partiendo de la realidad cotidiana de la comunidad.
Como consecuencia de la experiencia con los niños en la escuela formal, también alimentada por otras experiencias en educación alternativa de la zona, surge la idea de una ampliación de la actividad educativa en Caspito. Por iniciativa de los participantes en ZONALTA, principalmente los habitantes de la comunidad, se formula en los primeros días del año 1995 la idea de una actividad educativa alterna para los adultos de la comunidad. Esta idea es recogida y analizada, en varias oportunidades, en las reuniones de evaluación semanal. Especialmente con la participación de gente del IPE (Instituto Popular de Educación), de ACOMISA, de FONAIAP y de algunas individualidades de la localidad de Sanare se le da forma a una actividad educativa con la finalidad de nivelar al sexto grado a los productores participantes. Se acuerda comenzar la actividad con un autodiagnóstico de la historia, de la geografía, de la creatividad literaria y use del lenguaje, y de la capacidad de use de las matemáticas. En el primer lapso, se establece un grupo coordinador de esta actividad y se construye un instrumento guía para su realización. Se contó con la participación de 35 adultos y jóvenes de la comunidad.
El resultado de ese primer período, 6 semanas, fue la compilación del conocimiento autóctono sobre las áreas escogidas. Este material se ha venido utilizando para posteriores discusiones sobre las temáticas compiladas y como base para avanzar en las áreas respectivas. Está en proceso de edición un folleto contentivo de los resultados de este diagnóstico.
El segundo lapso ha sido alimentado por la información recogida previamente y por la incorporación en el seno de la discusión en clase de temas relacionados con la actividad cotidiana, p.e., reflexiones sobre la actividad agrícola convencional y la ecológica en relación a los cambios ambientales ocurridos, discusiones sobre la conveniencia de una propuesta (actualmente en discusión a nivel nacional) para la formulación de una ley sobre la caficultura en el país y la elaboración de propuestas (dentro del contexto de un régimen de use conservacionista de la tierra) para alimentar la discusión, la incorporación a las clases de poetas y narradores de la región y su relación con los cuentos, literatura y poesía recogida en la comunidad, etc.
Igualmente se viene utilizando como temática de estudio otras actividades desarrolladas y de interés para la comunidad, p.e., la asistencia médica realizada sirve como estimulo para promover temas de discusión en la escuela: una campaña de vacunación estimula la discusión sobre las infecciones comunes, su prevención y control; los problemas nutricionales detectados estimulan discusiones sobre la alimentación y sus relaciones con prácticas de producción tradicionales (conuco, huertas) importantes para la diversificación alimentaria y la prevención de enfermedades.
Aunque los problemas son múltiples y a pesar de que el trabajo y los procesos implicados están lejos de sedimentarse, esta experiencia ilustra la posibilidad de integrar, por un lado, las actividades económicas, culturales y políticas del día a día de la comunidad y sus individuos a acciones de investigación y validación que incorporan y responden tanto a los actores como a esas mismas actividades de la comunidad. Por otro lado, indica que esa labor rutinaria diaria y la investigación relacionada pueden convertirse en fuente permanente de alimentación para la reflexión en una actividad educativa de los propios protagonistas de esa cotidianidad. Además de incorporar la temática ambiental como ingrediente esencial del proceso educativo y de las actividades del trabajo diario. En este sentido, podemos concebir la educación como un amplio espacio donde pueden desembocar las múltiples prácticas de lo cotidiano para ser continuamente tematizadas, expandidas sus perspectivas y reincorporadas permanentemente a la fábrica social de la comunidad.
La incorporación de lo cotidiano como vector del proceso educativo y su regreso tematizado al seno de la comunidad es fuente fundamental de un proceso de desarrollo sustentable como lo esbozamos en este trabajo. En este caso la autoeducación o la educación autogestionaria alimentada en la fragua del diario vivir abre la posibilidad de hacer concreto tanto una permanente renovación, expansión y flexibilización del mundo de la vida diaria como unos individuos que pueden utilizar libremente y cooperativamente sus capacidades de raciocinio y acción para participar autónomamente en la gestión de los cambios necesarios para la permanencia de sus proyectos vitales y de sus comunidades.