Acerca de como un instituto académico construyó una industria: el caso del IVIC y la planta de hemoderivados sanguineos (1976-2000)

An entrepreneurial experience of IVIC: The case of Quimbiotec, Inc.

Yajaira Freites

Aprendiendo a hacer una industria (learning by-doing a firm) de hemoderivados

Las autoridades del IVIC, poco sabían de los nuevos retos que les esperaba de la nueva etapa, sobre todo a raíz de las decisiones que tomaron acerca de la tecnología a emplear. Como ya antes señalé, al inicio el proyecto planteaba adquirirla “llave en mano”; pero los tiempos habían cambiando y con ello las finanzas del país.

En 1992, Quimbiotec terminó la obra civil de la PPDS, y dio comienzo a la instalación y prueba de los equipos suministrados por Seitz Enzinger Noll A.G., de Alemania (SEN). Una nueva administración del IVIC (1993-1997), desde las posiciones directivas del Quimbiotec, supervisó el proceso de transferencia de tecnología a cargo de SEN. De acuerdo al director del IVIC de ese entonces, Miguel Laufer (1993-1997), fue un proceso que resultó en ocasiones frustrante 6.

Como se recordará en el proyecto original, se pensaba que la planta de PPDS adquiriría la tecnología bajo la modalidad de “turn key” (Callaroti, y Romano, 1981:6); sin embargo, lo que se contrató fue un híbrido; dos razones fueron importantes en adoptar esa decisión; uno, la creencia que así era más fácil de hacerlo así, y dos, la elevación de los costos financieros si se escogía la modalidad “turn key” 7.

En consecuencia el proceso de transferencia, incluyó desde la transferencia misma de la tecnología, la adaptación de la misma, el entrenamiento hasta el aprendizaje del personal venezolano. Ese aprendizaje (learning by-doing) estuvo caracterizado por un sin fin de marchas y contramarchas, durante los cuales se identificó problemas en la planta, en los equipos instalados; así como por el empeño de los profesionales venezolanos en conocer todos los aspectos, que los llevó a presionar a la contraparte de SEN para que les entregara y/o les diera a conocer toda la información acerca del proceso del fraccionamiento de plasma. El contrato con SEN terminó en 1996 (Quimbiotec, 1992-1996). Luego se pasó a una etapa de hacer ajustes a través de contratos de asesoría con expertos en fraccionamiento de plasma a nivel industrial. El proceso de aprendizaje también incluyó el esfuerzo del propio Quimbiotec de desarrollar una tecnología propia a nivel experimental, que le permitiera ganar independencia (Quimbiotec,1992-1996). Todo lo anterior ha pemitido a la planta como ente organizado desarrollar un dominio tecnológico sobre el fraccionamiento de plasma, que constituye su acervo fundamental. El IVIC participó, básicamente en la creación de ese acervo tecnológico de la PPDS, a través de los integrantes de la Junta Directiva de Quimbiotec; de las asesorías que esta solicitaba a investigadores del Instituto, vinculados al proyecto como Romano o especialista en hematología como Miguel Layrisse y otros quienes, funcionaron “como banco de cerebros para la orientación y toma de decisiones8; y algunos los laboratorios del IVIC, que prestaron servicios a la planta9.

Como parte del proceso de transferencia de tecnología los directivos del IVIC aprendieron a captar y sensibilizarse con la naturaleza del trabajo industrial implícito en el proceso de producción; así como las dificultades para lograr el standard internacional en la producción de determinados artículos, tal como el caso de la purificación de la albúmina10.

Los problemas de la obtención del nivel óptimo de pureza de la albúmina, por ejemplo, no se debían al uso la tecnología en sí, sino a un conjunto de prácticas rutinarias, a cargo del personal obrero involucrado en el proceso industrial11. Las falencias en este ramo, en parte se explican por la escasa cultura laboral industrial en el área farmacéutica nacional12. También es una muestra las deficiencias del sector educativo venezolano, como de la existencia de hábitos culturales que dificultan la buena interacción entre los elementos del sistema nacional de innovación (Edquist, 1997: 20).

Otra situación nueva fue la obtención del registro sanitario para operar la planta, como para certificar la pureza del primer producto de la planta, la albúmina (1997). Hasta ese entonces, algunos de los investigadores del IVIC habían patentado en Venezuela y algunos en los Estados Unidos; otros habían elaborado kits para la detección de enfermedades humanas, no requiriendo ninguna certificación por parte del MSAS, pues se trata de técnicas in vitro. Pero para la PPDS, los directivos de Quimbiotec previeron que en el Plan Maestro de Validación de la planta, las actividades a ejecutarse siguieran las normas del Center for Biologics Evaluations and Research del Food and Drugs Adminstration (FDA) de los Estados Unidos; ello explicaría, por qué a juicio del Gerente de Quimbiotec, en “el control de calidad, sobreexigimos el proceso”13; un investigador del IVIC, simplemente diría que se seguía los standards internacionales del caso. Pero, como el mismo Gerente lo indica, ello en parte ha permitido que al ser la única planta de ese tipo en el país, fijé el parámetro del quehacer en ese ramo14; al igual que el IVIC lo hiciera a principios de la sesenta con la actividad de investigación en Venezuela (Freites, 1992).
Asegurada la calidad de la producción de albúmina, la PPDS se ha orientado al desarrollo de

otras líneas de producción: factor VIII, complejo protrombínico, gamma globulina endovenosa y gammaglobulina intramuscular. En el caso del factor VIII, hemos detectado inicios de una relación del proceso de desarrollo de esta línea de producción con un laboratorio del IVIC, el de Trombosis Experimental del Centro de Biofísica y Bioquímica (IVIC, 1998, anexo 1)15. Este Laboratorio da una asesoría directa y continua a la planta para el desarrollo de la producción de factor VIII. Sería la primera experiencia de vinculación directa entre la PPDS y un laboratorio de investigación del IVIC, más allá de la prestación de servicios, que había sido la norma16. En tanto la producción de gamma globulina endovenosa y gammaglobulina intramuscular es producto del intercambio y aprendizaje tecnológico que la PPDS tiene con una homónima en la Argentina, la PPDS de la Universidad de Córdoba17. Observamos aquí una interrelación de aprendizaje tecnológico con otra industria de la región.

En cuanto a los proveedores de la materia prima, la sangre, Quimbiotec ha desarrollado estrategias para asegurar el suministro a la planta. Como se recordará se preveía que áquella vendría de los bancos de sangre del país. Pero la crisis económica, que luego conllevó a una crisis del Estado Venezolano y con ello del sistema de salud pública ha puesto en peligro el papel de los bancos de sangre como proveedores de la materia prima de la planta. Por ello, Quimbiotec lleva cabo una doble estrategia: i) la creación de centros regionales de hemodonación, cuyo objetivo es aprovechar al máximo el potencia de donantes en las regiones donde están ubicados, mediante la promoción de la donación voluntaria de sangre para abastecer hospitales y al misma planta; y ii) un plan de intercambio, donde los bancos suministran la sangre y reciben de Quimbiotec, financiamiento para la compra de equipos e insumos, mejoras físicas de infraestructura, adiestramiento de personal y asesoría científica y técnica18; esto último puede ser fuente una fuente de innovación entre ambas partes (Freeman,1987:113). El futuro dirá cuan provechosa es esta estrategia y si Quimbiotec puede aprovecharla para aprender al interaccionar (learning by interacting) con los usuarios (Lundvall, 1992:9).