Espacios. Vol. 23 (3) 2002

Políticas de innovación en Cuba: una revisión de las políticas aplicadas en el desarrollo de la industria biotecnológica asociada a la salud

Innovation policies in Cuba: a review of public policies applied in the development of biotechnological industry related to healthcare

Francisco García Fernández 1 y Oscar Chassagnes Izquierdo 2


Contenido


RESUMEN

El trabajo se estructura en dos partes. Inicialmente revisa el estado del arte en las políticas de innovación, enfatizando en las propuestas más difundidas sobre el tema y se elabora una propuesta propia de estas políticas para países subdesarrollados y en particular para el caso de Cuba. En un segundo momento, se revisan críticamente las políticas de ciencia y tecnología instrumentadas en Cuba. En tal sentido se realiza un examen de aquellas políticas que se han aplicado en el desarrollo de la industria biotecnológica asociada a la salud y se hace un balance de los factores que han contribuido al desarrollo de capacidades innovativas en este sector, señalando los obstáculos que traban su desarrollo y su inserción en la economía internacional.

ABSTRACT

This paper is structured into two parts. Firstly, the state of the art in the innovation policies is revised, emphasizing the best known propositions about the issue and a particular proposition is offered for underdeveloped countries, and for the specific case of Cuba. Secondly, the scientific and technological policies applied in Cuba are analyzed critically. Therefore, a revision of those which have been applied in the development of the biotechnological industry, associated to health, is made and it is offered a balance of the factors which have contributed to the development of the innovative capabilities in this area, outstanding the obstacles which limit their development and insertion in the international economy.

1. Introducción

Existe casi un reconocimiento explícito por parte de académicos y empresarios de que el conocimiento y su conversión en innovaciones, es un factor clave para cualquier estrategia exitosa, empresarial o de país, que pretenda sostenerse en el tiempo. Muchos países hoy en día adoptan políticas dirigidas a incentivar el desarrollo de conocimientos y la introducción de innovaciones por parte de las organizaciones ya sean privadas o públicas, con el propósito de promover la prosperidad nacional y mejorar la competitividad de sus bienes y servicios, tanto en los mercados nacionales como en los externos.

La posibilidad de alcanzar el éxito en el desarrollo de industrias con nuevo conocimiento incorporado en los países de escaso desarrollo económico, depende de múltiples factores, pero sobre todo es reconocido que la existencia o carencia de dos de ellos, tiene importancia decisiva. En primer lugar, el stock de conocimiento necesario para emprender el desarrollo, cuyo depositario son los recursos humanos y cuya preparación y capacidad son determinantes, tanto para transferir el conocimiento -adecuándolo a las condiciones específicas de cada organización o país- como para generar nuevo, que sirva para producir innovaciones de productos y/o servicios; y en segundo lugar, la voluntad política de los gobiernos de instrumentar medidas económicas que sirvan para captar y orientar los escasos recursos financieros y tecnológicos hacia los sectores que mayor prosperidad proporcionen al país, así como de propiciar un entorno favorable estableciendo reglas claras e incentivos suficientes para el desarrollo de estos sectores.

La economía cubana ha sido objeto durante las últimas cuatro décadas de profundas transformaciones socioeconómicas, a partir de la instauración de un modelo de economía estatalmente centralizada que intentó transformar la estructura productiva, asignando desde el inicio de la década de los 60, un papel decisivo al desarrollo científico y educacional del país. Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado, que se materializó en gigantescos recursos destinados a la promoción de estos sectores, esto no permitió cambiar sustancialmente la estructura técnico-productiva y del comercio exterior, ni tampoco, pasar a tasas de crecimiento económico similares a las de los países que se han enfrascado en procesos exitoso de desarrollo, como los “tigres asiáticos” y la China de las dos últimas décadas. La profunda crisis que sacudió la economía del país desde principios de la década de los 90, obligó al gobierno a replantearse el modelo de desarrollo, sobre todo debido a la desaparición de las ventajosas relaciones económicas y financieras existentes con la antigua Unión Soviética (García et al., 1995, p. 85).

Con una estrategia selectiva tendiente a impulsar sectores, como el turismo, la biotecnología y la industria médico-farmacéutica, se ha pretendido capitalizar las inversiones hechas en la preparación de cuantiosos recursos humanos durante casi 40 años para intentar reactivar la economía del país, junto al logro de una estabilidad macroeconómica aceptable hasta hace dos años. Aunque se logró una reanimación del crecimiento desde de mediados de los 90 con tasas de entre 4 y 6 porciento, desde fines del 2000, la economía entró nuevamente en una fase de contracción económica, que ha empeorado sustancialmente a partir del último trimestre del 2001.

La economía cubana necesita reformas más profundas que permitan transformar cualitativamente la economía del país, modificando su estructura industrial y de servicios, que eleven su capacidad tecnológica acorde con los requerimientos competitivos internacionales. Pero para lograr esta meta, el gobierno tiene que diseñar políticas apropiadas que permitan edificar capacidades innovativas, corregir las desigualdades sociales que han aparecido en los últimos años y utilizar los recursos humanos preparados para construir competencias empresariales y por tanto, generar los beneficios que sustenten un crecimiento elevado y relativamente estable, independiente de los vaivenes que producen en el país la dependencia extrema de los ingresos externos por los movimientos cíclicos de los precios.

Este trabajo en una primera parte se ocupa de examinar el estado del arte en las políticas de innovación, enfatizando en las propuestas más difundidas sobre el tema, además, se presenta una propuesta propia de políticas de innovación para países subdesarrollados y en particular para el caso de Cuba. En un segundo momento, se revisan críticamente las políticas de ciencia y tecnología instrumentadas en Cuba, finalizando con las que se han aplicado en el desarrollo de la industria biotecnológica asociada a la salud.

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