Vol. 40 (Nº 12) Año 2019. Pág. 22
SEPULVEDA, Joseline J. 1; VALENZUELA, Andrés 2 y GALVEZ, Francisco, A. 3
Recibido: 28/12/2018 • Aprobado: 26/03/2019 • Publicado 15/04/2019
RESUMEN: La presente investigación analizó la incidencia de la transición universitaria en cuanto a la intención emprendedora de los estudiantes. El objetivo de la investigación fue determinar el impacto que tienen las actividades curriculares que están relacionadas al emprendimiento. El método de estudio utilizado fue de carácter cuantitativo, aplicándose un instrumento que permite medir potencialidad emprendedora. Los resultados indican que la formación de los estudiantes incide en la potencialidad emprendedora de éstos, corroborando además que tan capaces se sienten para emprender. |
ABSTRACT: The present investigation analyzed the incidence of the university transition in terms of the entrepreneurial intention of the students. The objective of the research was to determine the impact of curricular activities that are related to entrepreneurship. The study method used was of a quantitative nature, applying an instrument that allows measuring entrepreneurial potential. The results indicate that the formation of the students affects the entrepreneurial potential of these, corroborating also how capable they feel to undertake. |
En los últimos años han surgido diversas investigaciones que explican la relevancia de la intención emprendedora en universitarios, por ejemplo, Contreras, Wilches, Graterol y Bautista (2017) y Soria, Zúñiga y Ruiz (2016). La formación en emprendimiento se ha convertido en una prioridad del sistema educativo, Paternina (2018). Se entiende por empresario quien utiliza el ingenio para realizar innovación sin que implique la participación directa en la creación y dirección de empresas (Bucardo, Saavedra y Camarena, 2015), es aquí donde reside el concepto de actitud o intención emprendedora. Es decir, un individuo puede mostrar actitudes y aptitudes para emprender, pero no necesariamente concretizarlo.
En la literatura se puede encontrar numerosos modelos que explican la intención emprendedora de los individuos. Los estudios provienen desde múltiples disciplinas, entre las que se encuentran la psicología, economía, sociología, entre otros. Bajo este contexto, se puede referenciar a Ajzen (1991) y la conducta planificada quién demostró que existen variables actitudinales, normas subjetivas y niveles del locus de control en los individuos que pueden determinar la intención sobre una actividad. En consecuencia, muchos estudios de actitud emprendedora se han basado en este tipo de modelos, por ejemplo, Aragón, Baixauli y Carrasco (2017) y Ahmed, Chandran y Klobas (2017).
Conjuntamente, otros modelos explican la conducta emprendedora, por ejemplo, el propuesto por Krueger y Brazeal (1994) y Krueger, Reilly y Carsrud (2000) quienes demuestran que existen variables de control percibido, autoeficiencia, intereses y expectativas que intencionan una conducta. Simultáneamente, estudios de Ferreira, Garrido y Fernández (2011) plantean que las variables explicativas que predicen el desarrollo emprendedor son las relacionadas con recursos y capacidades, mientras que Sarasvathy y Venkataraman (2011) y Szirmai, Naude y Goedhuys (2011) han incluido variables como las habilidades, necesidades, oportunidades y actitudes.
Consecuentemente, estudios recientes como por ejemplo el desarrollado por Johannisson (2016) indica que el emprendimiento es un fenómeno procesual, es decir, que median múltiples variables como las capacidades cognitivas, afectivas y conativas.
La temática de la intención emprendedora en estudiantes universitarios ha sido ampliamente estudiada en los últimos años, como por ejemplo los ya citados Soria ét al. (2016) y Contreras ét al. (2017). Sin embargo, existen pocos estudios que den cuenta de los efectos que tiene la transición universitaria en la capacidad emprendedora basada en la percepción de los estudiantes. La mayor parte de los estudios analiza a los individuos en un momento del tiempo y bajo variables sociodemográficas, por ejemplo, Amorós y Acha (2014) quienes evidencian que la intención emprendedora es favorecida por condiciones demográficas.
Bajo este contexto, estudios de Fayolle y Gailly (2013) encontraron que las variables que mayormente determinan la intención emprendedora en universitarios son: los programas orientados al emprendimiento y el nivel de implementación, es decir la frecuencia y año cursado por el estudiante. Por otro lado, Bae, Qian, Miao y Fiet (2014) logran identificar correlacion positiva y significativa entre la educación emprendedora y la intención neuronal emprendedora.
Al mismo tiempo, Chapa (2008) evidenció las bondades y ventajas de formar programas con actividades curriculares que se orienten a la creación de empresas. Es así como, dentro del mismo estudio se declara que estas estrategias consiguen formar el ánimo emprendedor y la creatividad de los estudiantes. Por tal motivo, es importante evaluar la implementación de estas actividades o conjunto de actividades y verificar las existencias de variaciones entre niveles de estudio.
El presente estudio tiene por objetivo analizar la intención emprendedora de los estudiantes en la transición universitaria. Para ello, se plantea el siguiente modelo de explicación sobre la intención emprendedora planteado por Soria ét al. (2016) basado en una medición realizada por la escala propuesta por Robinson (1987).
Figura N° 1
Modelo de Intención Emprendedora
Fuente: Elaboración Propia a partir de Soria ét al. (2016)
La siguiente tabla resume las variables en análisis y su vinculación con el modelo propuesto por Soria ét al. (2016),
Tabla N° 1
Variables en Estudio
Área |
Variables |
Variables Demográficas |
Género Condición laboral actual |
Educación Emprendedora |
Año en curso (primer o quinto año) |
Capacidad Percibida |
Trabajo ideal Capacidad percibida |
Fuente: Elaboración Propia de los Autores
El estudio desarrollado, pretende corroborar las siguientes hipótesis planteadas: la educación emprendedora, trabajada en la transición universitaria, influye directamente en la intención emprendedora de los estudiantes. La anterior, planteada por Fayolle y Gailly (2013) quienes demuestran que al largo plazo las actividades curriculares orientadas al emprendimiento generan cambios en los estudiantes. Particularmente, el valor del presente estudio reside en que, si bien se han evaluado actividades particulares, el presente estudio mide la intención emprendedora en los niveles extremos de un plan de estudios, primer y quinto año de la carrera.
Adicionalmente, este estudio pretende obtener lineamientos del modelo propuesto por Soria ét al. (2016) en cuanto a las variables o factores determinantes de la intención emprendedora de los estudiantes universitarios. Como segunda hipótesis se plantea que las variables sociodemográficas (género y estado laboral), las de percepción (trabajo ideal y capacidad percibida) y educación generan efectos significativos en la intención emprendedora de los estudiantes. Finalmente, se espera que el estudio sea útil para la implementación de estrategias que favorezcan la formación emprendedora en estudiantes universitarios.
La nueva economía del conocimiento se encuentra en un medio altamente competitivo, y en un mundo de cambios constantes que exigen, además de una formación sólida y consistente en competencias generales y específicas, un desarrollo de competencias de empleabilidad que favorezcan la integración a esta realidad económica mundial (Guerrero, Granados & González, 2014).
Es así como, el contexto económico internacional y la dinámica nacional, exigen que las instituciones de educación superior formen profesionales emprendedores, alineados con el reconocimiento de los planes locales, regionales y nacionales, para concretar las políticas, lineamientos y estrategias de inversión asertiva de recursos, en pro del desarrollo regional y la transferencia efectiva de conocimiento tecno-científico a la sociedad, para crear valor agregado, riqueza social y mejorar la vida de los ciudadanos (Terán Rosero & León Gómez, 2010).
En este sentido, según Enciso (2010) la formación para el emprendimiento obedece a conceptos antropológicos que se encuentran basados en el bien común. En este sentido, el autor señala que, dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, los estudiantes deben someterse a entornos que le permitan dimensionar de forma crítica el sentimiento de ciudadano socialmente responsable. Bajo esta perspectiva, Díaz y Celis (2010), señalan que es clave generar en los jóvenes una cultura del trabajo que permita comprender y enfrentar el mundo actual.
En la sociedad del conocimiento, las universidades y otras instituciones de investigación se están convirtiendo cada vez más en promotores del crecimiento económico de un modo cada vez más directo. El papel de las instituciones de producción de conocimiento en el desencadenamiento de la innovación y el apoyo al desarrollo económico ha sido reconocido (Corti & Riviezzo, 2008).
Frente a estos escenarios, desarrollar en los estudiantes universitarios la competencia emprendedora se convierte más bien en una necesidad ya que según Batista Hernández ét al. (2017) la formación del emprendimiento para estudiantes en la educación universitaria, busca el desarrollo de una cultura del emprendimiento con acciones basadas en la formación de competencias básicas, laborales, ciudadanas y empresariales dentro del sistema educativo formal y no formal, y su articulación con la realidad social.
En este contexto, el sistema educativo es el medio más expedito y eficaz para transmitir, socializar y re-crear la cultura, por lo tanto es desde la “escuela”, en sus diferentes niveles, que se puede materializar el propósito transformador, incluyendo dentro de los currículos y planes de estudio la cultura del emprendimiento en el proceso formativo, y desde allí proyectar la generación de oportunidades laborales, la obtención de riqueza, a través de las sinergias entre los distintos sectores e instituciones, para consolidar la educación como un derecho y creando las oportunidades para que toda la población se encamine hacia el desarrollo humano (Duarte & Tibana, 2009).
No obstante, tal como sugieren Sepúlveda ét al. (2017) el emprendimiento no puede entenderse sólo desde el concepto de la oportunidad, sino también desde la interacción de dicho elemento con las características personales del emprendedor, quien es capaz de percibir y tomar acción ante dichas oportunidades. Esto abre la discusión al aporte que pudiera generarse desde las universidades y otras entidades formadoras, en torno al desarrollo de competencias de la persona emprendedora. Por otro lado, los autores sugieren que es relevante que las universidades coloquen a disposición de los estudiantes un currículum académico que se ajuste y considere a cabalidad la competencia de emprendimiento en sus planes curriculares.
El desarrollo y crecimiento económico, el incremento de la productividad y de la competitividad, el aumento del empleo, la sostenibilidad económica, etc., tienen su base en el denominado triángulo del conocimiento, formado por la educación superior, la investigación y la innovación. Estos elementos siempre han de interaccionar y avanzar de forma consolidada, complementándose mutuamente a fin de lograr sinergias que se traduzcan en una mayor competitividad de la sociedad (Angulo, 2011)
Según el mismo Angulo (2011), la Universidad del siglo XXI ha de ser el motor de la competitividad regional promoviendo una visión de la educación superior acorde a su tiempo, en la que se impulse el valor intelectual, tecnológico y científico, y se re-direccione la innovación hacia las auténticas necesidades que plantea la sociedad actual. Por consiguiente, es la universidad quien debe sentar estas bases para lograr el compromiso regional y la excelencia competitiva global, a través de una mejora continua del modelo innovador, emprendedor y científico, que la consagre como el eje vertebrador y de referencia en su entorno.
En los últimos años la actividad emprendedora ha sido reconocida como uno de los factores clave para el éxito de las economías de los países que se encuentran en vía de desarrollo (Mandakovic, Abarca, & Amoros, 2015) en donde las universidades, en conjunto con el tejido empresarial a través de políticas públicas e institucionales, han atendido a la creciente necesidad de disponer de profesionales competentes que sean un verdadero aporte para la generación de cambios económicos, sociales y culturales.
En este sentido, la interacción de la universidad y el entorno productivo es un marco importante para la generación de emprendimiento. Es más, según Sanabría, Morales y Ortiz (2015), las condiciones estructurales a nivel social, ambiental, entre otras que favorezcan la interacción con el entorno favorecen las competencias relacionadas con el emprendimiento en las personas, en este caso en particular, con los estudiantes.
La Universidad Católica del Maule, bajo este contexto, recoge los actuales requerimientos de la comunidad local y nacional, expresados por los diversos actores y organizaciones sociales, políticas, económicas, culturales y religiosas. En este escenario, se definen cuatro ejes formativos: Calidad Integral, Identidad Socio Cultural Regional, Responsabilidad Social Inclusiva y Construcción del Conocimiento, teniendo a la Innovación como elemento transversal de estos ejes formativos.
Plan de estudios de la Carrera de Contador Auditor.
La competencia denominada de emprendimiento o emprendedora, constituye una competencia sistémica o genérica, que se nutre y combina de forma eficaz con varias competencias interpersonales e instrumentales donde ambas constituyen antecedentes necesarios para su concreción (Batista Hernández ét al., 2017).
La carrera de Contador Auditor, actualmente posee un currículo innovado basado en competencias. Su plan de estudios se clasifica en dos ciclos, el primero tiene relación con todas las actividades curriculares relacionadas a lo disciplinar y el segundo con énfasis en las actividades curriculares profesionales del plan de estudios.
En relación al emprendimiento, existen tres actividades curriculares formativas que tributan directamente a intencionar la formación en emprendimiento, estas son: habilidades directivas, creación de empresas y formulación y evaluación de Proyectos.
La actividad curricular de habilidades directivas se ubica en el primer semestre del plan curricular y forma parte del área de formación disciplinar de la carrera de Contador Auditor. El objetivo del módulo es lograr que los estudiantes conozcan y reflexionen en forma crítica la gestión del proceso administrativo para poder enfrentar problemáticas relacionadas con liderazgo y habilidades directivas. Dentro de esta actividad curricular la competencia general tiene relación con operativizar la gestión de los procesos administrativos, permitiéndole al estudiante distinguir la complejidad de las organizaciones y el comportamiento de los individuos dentro de éstas.
Al mismo tiempo, cuando el estudiante cursa la actividad curricular de creación de empresas, impartida en el octavo semestre, de la matriz de actividades curriculares de la carrera de Contador Auditor, obtiene las guías esenciales para emprender una iniciativa empresarial o nuevos proyectos al interior de empresas ya establecidas. El módulo otorga las herramientas necesarias para elaborar cada una de las etapas de un plan de negocios. Las etapas son la presentación de la idea de negocios, la planificación estratégica, determinación de la oferta y la demanda, estructura legal, plan comercial, plan de operaciones, plan de recursos humanos, plan financiero y modelo de control de gestión.
Por otra parte, el módulo formulación y evaluación de proyectos también forma parte del área de formación profesional del estudiante en la carrera Contador Auditor y se dicta en el décimo semestre de la matriz de actividades curriculares de la carrera. Esta actividad tiene como objetivo que los estudiantes analicen la relación de costo – beneficio más allá del ámbito financiero de la empresa, considerando el alcance social, mediante la utilización de herramientas de evaluaciones económico-financieras y sociales.
Conjuntamente y de manera absolutamente coherente se evidencia que las tres actividades curriculares contribuyen a que el estudiante se acerque al emprendimiento y obtenga las competencias necesarias para llevar adelante una idea de negocio o un proyecto que no necesariamente signifique crear una empresa sino más bien, transformar su entorno y los lugares donde se desenvuelve a través del liderazgo, la creatividad y capacidad de transformación e innovación en los procesos de cualquier entidad.
La formación recibida por los estudiantes de Contador Auditor, está fuertemente vinculada a la generación de entornos propicios que favorecen el análisis de proyectos y problemas tal como sugiere Enciso (2010). El mismo autor sugiere que es clave generar ambientes y metodologías que favorezcan el pensamiento crítico y analítico que permita identificar oportunidades y la búsqueda de múltiples soluciones a las problemáticas. En este sentido, la formación de los estudiantes está altamente relacionada con el desarrollo de habilidades blandas, como también la relación con su entorno a través de módulos que permiten la generación de habilidades relacionadas con la creación de empresas y la formulación y evaluación de proyectos.
La metodología incluye la toma de muestras en el primer y quinto año de la carrera de Auditoría de la Universidad Católica del Maule. El cuestionario fue levantado de manera presencial en el aula de clases y se logró disponer de 63 encuestas válidamente aplicadas. La siguiente tabla resume la cantidad de encuestas aplicadas por año cursado:
Tabla N° 2
Participantes
Grupo |
Cantidad |
Primer Año |
46 |
Quinto Año |
17 |
Total |
63 |
Fuente: Elaboración propia de los autores
El instrumento aplicado corresponde al originalmente propuesto por Robinson (1987) que mide la percepción de los estudiantes frente a diversas afirmaciones relacionadas con el emprendimiento. Este instrumento es ampliamente utilizado para medir las potencialidades emprendedoras de estudiantes universitarios y ha sido usado por ejemplo en los estudios de Ibáñez (2001) y Krauss (2011).
La validez del instrumento aplicado fue medida por medio del coeficiente Alfa de Cronbach al tratarse de una escala basada en el tipo liker. El coeficiente estimado es de 0,823 lo que indica que la muestra es altamente confiable.
Análisis de datos
El análisis de datos se hizo a través del software SPSS v.22. Los análisis fueron realizados en primera instancia en términos descriptivos de la muestra y posteriormente, se realizaron pruebas de medianas y análisis de correlaciones.
A continuación, se muestra una tabla resumen de los descriptivos por variable estudiada. Los resultados son mostrados en términos de frecuencias porcentuales para cada una de las variables,
Tabla N° 3
Resumen de Frecuencias Porcentuales
Año en curso |
Primer año |
73,0% |
Trabajo Ideal |
Funcionario público |
15,9% |
Quinto año |
27,0% |
Trabajador remunerado |
25,4% |
||
Género |
Femenino |
41,3% |
Emprendedor |
58,7% |
|
Masculino |
58,7% |
Capacidad Percibida |
Ninguna o escasas capacidades |
28,6% |
|
Actividad laboral |
No, solo estudio |
30,2% |
Algunas capacidades |
46,0% |
|
Si, actualmente trabajo y estudio |
69,8% |
Completamente capaz |
25,4% |
Fuente: Elaboración propia de los autores
Las observaciones realizadas permiten notar que un 73% de los estudiantes encuestados pertenecen al primer año y un 27% al quinto año de la carrera. Por otro lado, es importante notar que un 41,3% de los encuestados son de género femenino y un 58,7% de género masculino. En cuanto a la actividad laboral, es importe notar que un 69,8% de los estudiantes declaran desarrollar alguna actividad laboral actualmente, mientras un 30,2% declara solo estudiar.
Paralelamente, los resultados obtenidos indican que un 58,7% de los estudiantes encuestados percibe que su trabajo ideal es emprender o ser trabajador por cuenta propia, mientras que el restante 41,3% piensa que su trabajo ideal es ser funcionario público o bien ser trabajador dependiente. En cuanto a la capacidad percibida, un 25,4% de los estudiantes declara ser completamente capaz de emprender, un 46% declara tener algunas capacidades para emprender, mientras que el 28,6% restante declara no poseer ninguna capacidad para emprender.
El Índice de Intención Emprendedora (en adelante, IIE) fue calculado a partir de la sumatoria obtenida de la escala de Robinson (1987) utilizada en el estudio. A continuación, se muestran los resultados generales del IIE obtenido para toda la muestra,
Tabla N° 4
Resultados Descriptivos IIE
Media |
132,4 |
Mediana |
134 |
Mínimo |
102 |
Máximo |
158 |
Desviación Estándar |
11,6 |
Fuente: Elaboración propia de los autores
Los resultados obtenidos para la muestra estudiada, permiten observar que, en promedio los estudiantes ponderan 132,4 puntos sobre 180 posibles. La mediana de la sumatoria sobre la escala es de 134 puntos, mientras que el mínimo y máximo observados se encuentran en los 102 y 158 puntos respectivamente. La distribución de los puntajes obtenidos por los estudiantes, en general, se muestra a continuación:
Gráfico 1
Distribución de los puntajes obtenidos por los estudiantes
Fuente: Elaboración propia de los autores.
A partir del índice elaborado, se pueden obtener los siguientes resultados según el año que cursan los estudiantes actualmente.
Tabla N° 5
Resultados IIE por años
Estadística Descriptiva |
|||
Subgrupo |
Media |
Mediana |
Desviación Estándar |
Primer Año |
129,1 |
130,0 |
9,9 |
Quinto Año |
141,1 |
139,0 |
11,5 |
Pruebas de Normalidad (Shapiro-Wilk) |
|||
Subgrupo |
Estadístico |
Gl. |
Sig. |
Primer Año |
0,980 |
46 |
0,624 |
Quinto Año |
0,920 |
17 |
0,146 |
Fuente: Elaboración propia de los autores
Los resultados indican que, en promedio los estudiantes en primer año alcanzan una puntuación de 129,1 mientras que los estudiantes de quinto año promedian 141,1 puntos. Por otro lado, puede apreciarse que la dispersión en los estudiantes de quinto año es mayor que en los de primer año. Conjuntamente, se analiza la normalidad en la distribución de observaciones de cada grupo notando que distribuyen de una manera no normal. Los resultados gráficos se muestran a continuación:
Gráfico 2
Distribución de resultados
Fuente: Elaboración propia de los autores
Lo anterior indica que lo conveniente es realizar una prueba para testear la hipótesis de igualdad entre las puntuaciones obtenidas por los grupos. Los análisis realizados permiten ver que la mediana de puntuaciones en el quinto año es superior que en primer año obteniendo 139 y 130 puntos respectivamente. En este aspecto, se determinó que la prueba que se ajusta mayormente a la realidad de las observaciones es la U de Mann-Whitney. Los resultados se muestran en la siguiente tabla:
Tabla N° 6
Pruebas no paramétricas
Hipótesis Nula |
Prueba |
Sig. |
Decisión |
Las medianas del índice de intención emprendedora son las mismas entre los años cursados por los estudiantes. |
Prueba de mediana para muestras independientes |
0,024 |
Rechace la hipótesis nula |
La distribución del índice de intención emprendedora es la misma entre los años cursados por los estudiantes. |
Prueba U de Mann-Whitney para muestras independientes |
0,001 |
Rechace la hipótesis nula |
Fuente: Elaboración propia de los autores
Tal como se indicó con anterioridad, lo más atingente en este caso por las características de la muestra estudiada y de la escala aplicada, es la realización de pruebas no paramétricas. Bajo este contexto, el análisis de correlaciones se realizó mediante el coeficiente de correlación Rho de Spearman. La siguiente tabla resume los resultados obtenidos del IIE con las diferentes variables en estudio.
Tabla N° 7
Rho de Spearman
Matriz de Correlación |
Índice de Intención Emprendedora |
Año (Quinto Año) |
Género (Hombre) |
Actividad Laboral (Empleado) |
Trabajo Ideal (Emprender) |
Capacidad Percibida (Positiva) |
Rho de Spearman |
||||||
Índice de Intención Emprendedora |
1 |
|
|
|
|
|
Año (Quinto Año) |
,439** |
1 |
|
|
|
|
Género (Hombre) |
,265* |
0,219 |
1 |
|
|
|
Actividad Laboral (Empleado) |
0,081 |
,399** |
0,081 |
1 |
|
|
Trabajo Ideal (Emprender) |
,289* |
-0,217 |
0,149 |
-0,2 |
1 |
|
Capacidad Percibida (Positiva) |
,310* |
,248* |
-0,066 |
0,028 |
-0,066 |
1 |
*p<0,05 **p<0,01
Fuente: Elaboración propia de los autores
Los resultados indican que todas las variables incluidas en el estudio son significativas en cuanto a la correlación existente con la intención emprendedora (medida por el IIE) de los estudiantes, menos la referida a la actividad laboral. Los resultados son analizados con mayor detalle en el apartado de discusión.
La intención emprendedora medida a través del IIE correlaciona directamente y de forma significativa con las variables en estudio, menos con la actividad laboral. La siguiente gráfica resume los resultados obtenidos en términos de media en cada una de las variables en estudio.
Figura N°2
Resultados en forma gráfica
*Trabajador dependiente incluye opciones de: trabajador público y trabajador remunerado
Fuente: Elaboración propia de los autores
En orden de presentación de variables, la correlación existente entre el año de estudio que el estudiante cursa actualmente y el IIE, es directa y moderada alcanzando un coeficiente de 0,439. Lo anterior, ratifica que la educación emprendedora correlaciona sobre la intención emprendedora de los estudiantes tal como señalan Fayolle y Gailly (2013).
Dentro de esta misma variable, se puede apreciar que, dada su naturaleza de distribución no normal, es adecuada la utilización de una prueba no paramétrica para la comparación de estos grupos en particular. Los resultados medidos a través de prueba de medianas indican que, para el caso de estudiantes de primer año se alcanza un puntaje de 130, mientras que para los de quinto año se llega a los 139 puntos. Lo anterior, es significativamente distinto en cuanto a medianas y distribución, tomando en consideración la prueba U de Mann Whitney.
Por otro lado, el género muestra una correlación positiva de 0,265, lo que indica una relación baja pero significativa demostrando que los hombres tienden a tener una actitud emprendedora mayor que las mujeres. Simultáneamente, los análisis realizados permiten apreciar que la actividad laboral del estudiante no tiene correlación con la intención emprendedora, debido a que las variables no muestran un coeficiente significativo.
Consiguientemente, se pudo demostrar que la percepción de trabajo ideal tiene una correlación positiva y significativa de 0,289, lo que indica que aquellos estudiantes que declaran que su trabajo ideal es ser empresario alcanzan un mayor IIE.
En cuanto a la capacidad percibida, se puede demostrar que la correlación es directa en relación a la intención emprendedora y significativa con un coeficiente de 0,310, sugiriendo que aquellos estudiantes que se perciben totalmente capaces de emprender obtienen un IIE superior a aquellos que perciben tener pocas capacidades.
Finalmente, las conclusiones vertidas de esta investigación permiten visualizar la vinculación del actual plan de estudio y las competencias ofrecidas respecto a la formación emprendedora de los estudiantes. En este caso en particular, se logra evidenciar que la actividad laboral no tiene relación con la intención emprendedora de los estudiantes. Sin embargo, se logra demostrar que la capacidad percibida, el género y el trabajo ideal correlacionan de forma significativa con la intención emprendedora.
En conclusión, mediante el estudio se testea una correlación directa, significativa y moderada de la hipótesis 1 planteada en el apartado introductorio, es decir, la intención emprendedora se encuentra mediada por la formación en tópicos de emprendimiento mediante el plan de estudios cursado y el transitar universitario del estudiante. Por otro lado, y en cuanto a la hipótesis 2, se logran identificar variables determinantes significativas a priori, sin embargo, se insta a seguir estudiando temáticas con respecto a los determinantes claves en la intención emprendedora universitaria. En cuanto a esta segunda hipótesis, puede verificarse que la capacidad percibida es significativa y tiene correlación directa con la intención emprendedora de los estudiantes, por lo que se recomienda intencionar en los planes de estudio de las carreras universitarias la formación en emprendimiento.
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1. Departamento de Economía y Administración de la Universidad Católica del Maule, Licenciada en Auditoría, Magister en Contabilidad y Auditoría con mención en IFRS, Correo electrónico de contacto: joseline.sepulveda.araya@gmail.com
2. Departamento de Economía y Administración de la Universidad Católica del Maule, Doctor en Administración y Gestión de negocios, Licenciado en Administración. Correo electrónico de contacto andresvalenzuelak@gmail.com
3. la Dirección General de Aseguramiento de la Calidad Institucional, Universidad Católica del Maule, Ingeniero Comercial, Licenciado en ciencias de la Administración, estudiante de Magíster en Economía. Correo electrónico de contacto franziscogalvez@gmail.com