Vol. 39 (Nº 52) Año 2018. Pág. 10
Jenniz Josefina LA MADRIZ González 1; Derling José MENDOZA Velazco 2
Recibido: 27/06/2018 • Aprobado: 10/09/2018 • Publicado 28/12/2018
RESUMEN: La investigación tuvo por objetivo, determinar la representación social que otorgan los estudiantes de la Universidad Iberoamericana del Ecuador (UNIB.E), al método del aula invertida. Acorde con el paradigma positivista, se emplearon procesos cuantitativos. La información fue recolectada por un instrumento con veinte interrogantes, aplicado a 157 estudiantes. Los datos fueron procesados por el programa estadístico SPSS Statistics 19 2008. Como conclusión se determinó que los estudiantes poseen una concepción favorable del aula invertida, como método que potencia el aprendizaje autónomo. |
ABSTRACT: The objective of the research was to determine the social representation given by students from the Universidad Iberoamericana del Ecuador (UNIB.E) to the inverted classroom method. According to the positivist paradigm, quantitative processes were used. An instrument with twenty questions, applied to 157 students, collected the information. The data were processed by the statistical program SPSS Statistics 19 2008. As a conclusion, it was determined that students have a favorable conception of the inverted classroom as a method that promotes autonomous learning. |
En la actualidad hay un conjunto de tendencias de cambio, en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que vienen ocurriendo en el contexto institucional universitario, producto del impacto que ha tenido la globalización y la incorporación de las tecnologías de la comunicación e información en el ámbito educativo. Estas tendencias han tenido una fuerte influencia en las estructuras, los estilos de organización, y en el rol social – educativo que poseen las universidades, al punto de replantearse nuevos modelos educativos, métodos de enseñanza e innovadores ambientes de clase.
De este modo, a inicios del siglo XXI ya se evidencia un cambio en el modelo tradicional de la clase presencial, con las propuestas de educación a distancia, y posteriormente, con la incorporación de las tecnologías de información y comunicación, un cambio en el ambiente de la clase anexando los espacios educativos virtuales. En tal sentido, se generó una nueva relación entre la sociedad global de la información y la sociedad del conocimiento, lo que trajo consigo la demanda por parte de los estudiantes de educción superior, de un proceso de enseñanza y aprendizaje más dinámico, participativo, en interacción con sus pares y donde puedan asumir un rol protagónico - autogestionario de aquello que han de aprender.
En este orden de ideas, Pérez y Tejedor (2016), expresan que una gran tendencia de cambio en la educación formal se está dando hacia el aula invertida, cuya denominación en inglés es flipped classroom, la cual consiste en dedicar mayor tiempo en el aula a la práctica, trabajo en equipo, trabajos con proyectos, dejar para una plataforma tecnológica la distribución de los contenidos y la exposición de charlas. El Observatorio de Innovaciones Educativas, del Tecnológico de Monterrey, en su reporte del 2014, señala que el aprendizaje invertido, se está llevando a cabo en salones de clase desde el nivel de jardín de niños hasta en universidades; de igual forma, está teniendo presencia en el ámbito del entrenamiento corporativo y desarrollo profesional.
Desde este enfoque, la propensión es darle una nueva forma de explicar los conocimientos educativos, con el propósito de disponer de un mayor tiempo en el aula para dedicarlo a la aplicación práctica de dichos conocimientos. Al respecto Raad (2015), sostiene que en el aula invertida, el proceso se fundamenta en “invertir” o “voltear” la clase tradicional, así el rol de los estudiantes reside en el hecho de que los mismos identifiquen los contenidos disciplinar a través de soportes tecnológicos, utilizados fuera del salón de clases, de forma que el docente pueda destinar ese tiempo a otras actividades de participación, ejercicios y trabajo colaborativo durante la clase.
En la actualidad, existen importantes instituciones y universidades del mundo empleando el método del aula invertida con éxito, según lo reporta el Observatorio de Innovaciones Educativas, del Tecnológico de Monterrey, (2014); entre las cuales se encuentran: el Centro Educativo Keilir en Islandia, la Escuela Clintondale high School en Michigan, la Universidad de Clemson y la Universidad de Washington, en Estados Unidos, la Universidad de Klagenfurt en Austria, entre otras. Ante este escenario, surge la interrogante de investigación ¿Cuál es la representación social que le confieren los estudiantes de la
Universidad Iberoamericana del Ecuador (UNIB.E), al método de aula invertida? Entendiendo por representación social, lo planteado por Moscovici (1979), quien afirma:
La representación social es una modalidad particular del conocimiento, cuya función es la elaboración de los comportamientos y la comunicación entre los individuos. La representación es un corpus organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los poderes de su imaginación. (p. 17-18)
En este sentido, las representaciones sociales organizan sistemas cognitivos en donde se puede observar la presencia de estereotipos, opiniones, creencias, valores y normas que suelen tener una disposición actitudinal positiva o negativa. Estas se constituyen, a su vez, como sistemas de códigos, valores, lógicas clasificatorias, principios interpretativos y orientadores de las prácticas, que definen la llamada conciencia colectiva, la cual se rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades de la forma en que las mujeres y los hombres actúan en el mundo social. (Araya, 2002).
En coherencia con lo referenciado, la investigación tiene por objetivos: Determinar la representación social, que otorgan los estudiantes de la UNIB.E, al método del aula invertida como estrategia direccionada a potenciar el aprendizaje autónomo. Describir la representación social figurativa, que confieren los estudiantes de la UNIB.E y designa sentido al método del aula invertida, como práctica que favorece el pensamiento crítico e Identificar la percepción favorable o desfavorable, que tengan los estudiantes de la UNIB.E, en relación al método del aula invertida, como técnica pedagógica que otorga protagonismo al estudiante en el proceso de aprendizaje.
El modelo educativo de la era industrial, con valores típicos de dicha organización: la jerarquía, la planificación, el control y la estandarización, consistió en formar a los individuos para ser incorporados al campo laboral, de allí que la estructuración de los pensum de estudios se centraron en la clase tradicional, donde los alumnos asisten al aula para escuchar la exposición de conocimientos teóricos que es trasmitida por un docente, en la cual su participación es mínima y se estimula constantemente la actitud de oyente pasivo. Al respecto Robinson (2013), expresa que en las escuelas aún se sigue educando para la era industrial, habiendo un conformismo en la estandarización de la educación.
Son varias las teorías sustentadas por diferentes autores (Monereo y Pozo, 2001; Feito, 2006; Freire 2008; Escudero, 2006) entre otros, que señalan la necesidad de cambio del modelo educativo industrial, exponiendo que en la actualidad este contexto educativo requiere y demanda novedosas metodologías, donde la escuela debe ser capaz de suprimir la pedagogía unidireccional, en la cual el contenido a ser aprendido viene dado por los conocimientos acumulados por la sociedad y las ciencias, como verdades acabadas, separado de las experiencias y realidades del alumno y su contexto, para dar lugar a una práctica donde el estudiante sea cada vez más autónomo, así como capaz de generar, crear y buscar el conocimiento.
Por otra parte, la realidad de la incorporación de la tecnología al contexto educativo, exige de las autoridades de los colegios y universidades promover una modificación del modelo industrial, ya que según datos del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación España (INTECO, 2009), el 62% de los menores utiliza la red como apoyo para el estudio, y además siete de cada diez personas consideran a las nuevas tecnologías piezas primordiales en el proyecto educativo. En este sentido, la responsabilidad de las autoridades antes mencionada, debe direccionarse hacia la creación de un modelo educativo capaz de incrementar los niveles de comprensión en los estudiantes, las posibilidades de adquirir procesos relevantes que ayuden a los mismos a redescubrir y recrear la cultura, e ir en búsqueda del saber.
Ante la necesidad manifiesta de innovar en la acción pedagógica y cambiar el modelo educativo tradicional, surge el método de Flipped Classroom, en español aula invertida, con el objetivo de que siendo los estudiantes los protagonistas del proceso de aprender, sean éstos quienes identifiquen a través de plataformas tecnológicas los contenidos disciplinar que serán discutidos y aprendidos en la clase. Esto libera tiempo para realizar actividades de aprendizaje más significativas tales como: discusiones, ejercicios, laboratorios, proyectos, entre otras, y también, para propiciar la colaboración entre los propios estudiantes (Pearson, 2013, p. 5). El rol del docente cambia drásticamente, asumiendo una actitud de guía durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, dejando de ser el único trasmisor de conocimiento, para pasar a facilitar experiencias que requieren el desarrollo de pensamiento crítico de los alumnos.
Conforme a lo expuesto, se estaría propiciando un cambio de la educación de la era industrial (tradicional), a la era la era de la Sociedad de la Información y del Conocimiento, fomentando en los estudiantes su talento y capacidad para adquirir nuevos conocimientos, habilidades y hábitos de estudios a partir de distintas fuentes de la red, y así emplearlos para el autoaprendizaje o en la resolución de un problema real, permitiéndole desarrollar una actividad intelectual independiente, reflexiva y crítica, en contraposición con la imitación o la copia de la clase tradicional. Es importante resaltar que este modelo de educación no consiste en un mero cambio tecnológico, lo transcendental es aprovechar las nuevas tecnologías para ofrecer más opciones de contenidos a los estudiantes y, redefinir el tiempo de clase como un ambiente centrado en el mismo. (Bergmann y Sams, 2013).
El dinamismo taxativo de los estudiantes de la generación del siglo XXI, ha reclamado que los mismos sean protagonistas de su propio aprendizaje, otorgándoles un nivel de autonomía que les permita aprender de la realidad, y a su vez, involucrarse en su proceso de formación con la conciencia plena de que esta autoformación necesita además, asumir una alta responsabilidad sobre los contenidos que localizará a través de los soportes tecnológicos (material teórico, videos, documentos científicos, etc.), ya que dichos contenidos deben propiciar las acciones prácticas en el aula que favorezcan la reflexión y nuevas oportunidades de aprendizaje, con internalización, asimilación, creación y aplicaciones útiles, en lugar de memorizarlos y repetirlos, principios que son esenciales en la metodología de Flipped Classroom.
Al respecto, Cuetos (2013), afirma que la idea esencial de esta metodología es que el alumno sea protagonista y desarrolle su aprendizaje desde el pensamiento crítico y solucionando distintos problemas complejos, apoyado por la presencia de un docente guía - facilitador que le ayudará a transitar el proceso de aprendizaje con éxito. De igual forma, los docentes deben asumir, que el trabajo propiamente de aula reclamará de ellos una mayor participación y preparación, así el autor antes mencionado, afirma que el profesor debe estar atento y dispuesto para:
El Flipped Classroom (aula invertida), se considera un modelo pedagógico innovador por la práctica de transferir el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utilizar el tiempo de clase, conjuntamente con la experiencia del docente, para proveer y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos, dentro del contexto del salón de clases.
En la evolución propia del términoFlipped Classroom, en Estados Unidos y España, ya se emplea la denominación Flipped Learning (enseñanza invertida o inversa), al respecto Calvillo y Martín (2017), afirman que esta nueva definición obedece a que no es suficiente con que los estudiantes vean videos, realicen lecturas o resuelvan algunos problemas o cuestionaros en casa, (Flipped Classroom), si el tiempo de clase no se emplea de forma adecuada, ya que no se trata de cambiar solo el espacio de la clase, lo significativo es que el aula se convierta en un laboratorio de aprendizaje utilizando metodologías activas y diferentes. De este modo, los autores antes citados sostienen que el Flipped Classroom no es:
El Flipped Classroom es:
Por el uso más frecuente del término Flipped Classroom, es común observar que el término Flipped Learning, sea utilizado en la actualidad como sinónimo del primero, entendiendo que el Flipped Learning, tiene un modelo metodológico que apunta más a lo profundo y significativo del aprendizaje.
Una de las primeras experiencias, de la puesta en práctica de esta metodología, se le puede atribuir a la visión que tuvo Wesley Baker (1982), al introducir el sistema Learning Management System (LMS), el cual consistió en incluir las presentaciones de sus conferencia y las clases que impartía en una plataforma de internet, dándose cuenta con el tiempo que sus alumnos podían acceder a dichas notas en cualquier otro momento, que no fuese la clase presencial, comenzando desde esa experiencia a plantearles trabajos aplicados, observar sus progresos, responder sus dudas y hacerles sugerencias, a partir de la revisión previa que dichos alumnos habían realizados a sus notas. (Johnson y Renner, 2012).
En este mismo orden de ideas, Mazur (1991), empleó un método parecido al que llamó peer Instrucción (instrucción entre pares), en este caso, utilizó la tecnología asistida para lograr respuesta de sus alumnos en relación al material previamente revisado, y propiciando una interacción entre pares, maximizando el tiempo que éstos pasaban con el profesor, dedicados a desarrollar habilidades en lugar de tomar apuntes o recordar hechos. (Berrett, 2012 y Mazur 1996).
Posteriormente Baker, Lage, Platt y Treglia (2000), pusieron en práctica un modelo similar llamado The Inverted Clasrroom, el cual consistía en ver conferencias antes de la clase y dedicar las sesiones de esta, a resolver dudas y a trabajar con pequeños grupos de alumnos.
De igual forma, para el 2001 Strayer estudió las secuelas del Flipped Classroom con sus estudiantes de matemáticas y estadísticas, para tal fin, agrupó a sus estudiantes en dos clases diferentes, una en donde mantenía el modelo tradicional y la otra, en donde se aplicaba el modelo Flipped Classroom. Esta experiencia le permitió determinar una mayor innovación y cooperación del alumnado con este nuevo modelo (el aula invertida), y una importante coordinación de las actividades fuera y dentro de la clase.
Una experiencia similar a la antes mencionada, fue puesta en práctica por Day y Foley (2006), quienes realizaron un estudio en el cual enseñaban a estudiantes de postgrado en dos clases diferentes, en la primera seguían el modelo tradicional y en la segunda, impartían instrucción a través de la web, fuera del horario de clase, logrando concluir con este estudio que el uso de la metodología de Flipped Learning, incrementaba el logro de los estudiantes obteniendo mejores calificaciones en todas las tareas y exámenes, al finalizar el curso.
Entre los años 2007, 2008 y 2009 los autores Sams y Bergmann desarrollaron y aplicaron la metodología de Flipped Classroom a partir de la publicación de sus clases en videos en el internet, para aquellos estudiantes que no podían asistir a las mismas con regularidad, en este sentido, los estudiantes podían ver sus explicaciones a distancia, realizar las practicas, ampliar la información con ayuda del internet y dejar la clase presencial para monitorear los progresos, aclarar las dudas, realizar los experimentos, ejecutar actividades con diferentes técnicas, conforme a los objetivos definidos en cada clase.
Figura 1
Método de fomento y comprobación del estudio previo
(Flipped Classroom with just-in-time teaching).
Fuente: Prieto, 2017
Conforme a lo expuesto, se estaría propiciando un cambio de la educación de la era industrial (tradicional), a la era la era de la Sociedad de la Información y del Conocimiento, fomentando en los estudiantes su talento y capacidad para adquirir nuevos conocimientos, habilidades y hábitos de estudios a partir de distintas fuentes de la red, y así emplearlos para el autoaprendizaje o en la resolución de un problema real, permitiéndole desarrollar una actividad intelectual independiente, reflexiva y crítica, en contraposición con la imitación o la copia de la clase tradicional. Es importante resaltar que este modelo de educación no consiste en un mero cambio tecnológico, lo transcendental es aprovechar las nuevas tecnologías para ofrecer más opciones de contenidos a los estudiantes y, redefinir el tiempo de clase como un ambiente centrado en el mismo. (Bergmann y Sams, 2013).
En conformidad con el enfoque paradigmático – metodológico, la investigación acogió procesos propios del modelo positivista – cuantitativo, cuyo planteamiento expresa que el problema debe exponer una relación entre variables, y debe estar presente la observación, la medición y el tratamiento estadístico de los fenómenos, buscando descubrir regularidades básicas que se expresaran en leyes o relaciones empíricas.
En este orden de ideas, Vieytes (2010, p. 63) expone que “en la lógica de la investigación cuantitativa lo característico es el planteo de problemas acerca de relaciones entre variables, la observación, la medición y el tratamiento estadístico de los fenómenos”.
Para la recolección de la información, el estudio asumió los procedimientos de la investigación de campo, la cual Sierra (2006, p. 59), afirma “este tipo de estudio se caracteriza por que los problemas que se estudian surgen de la realidad y la información requerida debe obtenerse directamente de ella”. Asimismo, es oportuno destacar, que el estudio se sustentó además en el tipo de investigación documental, que de acuerdo al autor anteriormente mencionado, esta tiene por objetivo la revisión de fuentes documentales. Por consiguiente, se considera una estrategia donde se analiza y reflexiona metódicamente sobre realidades teóricas y empíricas, usando para ello diferentes tipos de documentos.
Como técnica para acopiar la información se empleó la encuesta, que de acuerdo a Alvira (2001, p. 14) manifiesta:
Es un instrumento de captura de la información estructurado, lo que puede influir en la información recogida y no puede/debe utilizarse más que en determinadas situaciones en que la información que se quiere capturar está estructurada en la población objeto de estudio.
El instrumento aplicado se estructuró en tres bloques, conteniendo cada bloque preguntas relacionadas con las variables de estudio:
De igual forma, el instrumento se estructuró en tres bloques constituido por un total de veinte (20) interrogantes. El primer bloque estuvo conformado por ocho (8) preguntas de selección de alternativas, las cuales mostraban afirmaciones a ser escogidas por los encuestados. El segundo y tercer bloque conformados por 6 interrogantes cada uno, tipo escala de Likert, aportaron resultados cuantitativos sobre las afirmaciones seleccionadas, donde los encuestados manifestaron su grado de conformidad con cada interrogante.
La conformación de la población estuvo constituida por el total de estudiantes femeninos y masculinos cursantes de las asignaturas: investigación I e investigación II, Sintaxis y Análisis Sintáctico y Sintaxis de Trabajo Científico, para un total de 157 estudiantes. Siendo la muestra finita y pequeña no hubo necesidad de realizar determinación de la muestra, en tal sentido, se aplicó el instrumento de investigación al total de la población.
En correspondencia con el diseño citado y el paradigma que sustenta la investigación, se muestra a continuación el procesamiento, análisis e interpretación de los datos, soportados en los diferentes gráficos de barras, con los correspondientes resultados procesados con el programa estadístico computarizado denominado SPSS IBM Statistics 19 para Windows 2008. La utilización de este programa permitió obtener la cantidad absoluta en frecuencia de las opiniones emitidas por parte de los sujetos encuestados, en relación a las secciones que conformaron el instrumento de investigación, permitiendo un análisis descriptivo que comprende el reconocimiento de distribución de frecuencias y los porcentajes de cada respuesta según cada ítem del cuestionario.
Figura 2
Concepción que tienen los estudiantes sobre el Flipped Classroom
(aula invertida), como método que potencia el aprendizaje autónomo.
Fuente: Elaboración Propia
Como se puede observar en los resultados expuestos en la figura 1, la tendencia de la mayoría de los estudiantes consultados (157 en total), y que cursan las asignaturas investigación I e investigación II, Sintaxis y Análisis Sintáctico y Sintaxis de Trabajo Científico; es a tener una concepción sobre el Flipped Classroom (aula invertida), como método que potencia el aprendizaje autónomo, con aceptación como técnica que contribuye a dirigir, controlar y regular la forma de aprender de manera consciente, intencionada e independiente en un 44,58%. De igual forma, muestran una aprobación del Flipped Classroom (aula invertida), como método que potencia el aprendizaje autónomo y que permite desarrollar hábitos de investigación y pensar en términos críticos, con un 19,11%. Finalmente, apoyan la concepción del del Flipped Classroom (aula invertida), como método que potencia el aprendizaje autónomo, permitiendo el desarrollo de habilidades intelectuales independientes, de forma reflexiva y crítica con una 15,29%, habiendo un tal porcentual acumulado de 78,98% en estas tres concepciones.
Figura 3
Representación social figurativa, que designa sentido al método del
aula invertida, como práctica que favorece el pensamiento crítico
Fuente: Elaboración Propia
En relación a la representación social figurativa, que designa sentido al método del aula invertida, como práctica que favorece el pensamiento crítico, los estudiantes consultados manifestaron en un 38,22%, estar muy de acuerdo que la metodología del Flipped Classroom (aula invertida) favorece el pensamiento crítico en el estudiante, permitiéndole comparar y contrastar fuentes, discernir lo falso de lo cierto, lo relevante de lo irrelevante y después sacar sus propias conclusiones. Los resultados expuestos también expresan en un 21,02% que los estudiantes se encuentran muy de acuerdo con que el Flipped Classroom (aula invertida), propicia mayor interacción docente – estudiantes, con la posibilidad de que el alumno pueda argumentar y dar razones que sostengan sus afirmaciones, aportar nuevos puntos de vista y cuestionar lo aprendido. En este mismo orden de ideas, los estudiantes se encuentran muy de acuerdo (17,20%), en que Flipped Classroom (aula invertida) promueve en el estudiante mayor conocimiento, comprensión y aplicación de lo aprendido, generando debates y discusiones en la clase presencial con mejores argumentos.
Figura 4
Percepción favorable o desfavorable, en relación al método del aula invertida,
como técnica pedagógica que otorga protagonismo al estudiante en el proceso de aprendizaje
Fuente: Elaboración Propia
En el caso particular de la variable, percepción favorable o desfavorable, en relación al método del aula invertida como técnica pedagógica que otorga protagonismo al estudiante en el proceso de aprendizaje, los estudiantes encuestados respondieron muy favorablemente sobre que el estudiante debe buscar información teórica en la red de los contenidos académicos a ser aprendidos y dejar la clase presencial solo para las actividades prácticas y de laboratorio en un 28,66%. De igual forma, respondieron muy favorablemente en un 22,93%, sobre que el estudiante debe autoformarse, asumir una alta responsabilidad sobre los contenidos que localiza en los medios tecnológicos y así propiciar las acciones prácticas en el aula que favorezcan la reflexión y nuevas oportunidades de aprendizaje.
Figura 5
Comparativa de la representación social que otorgan los estudiantes a las competencias
aprendizaje autónomo, pensamiento crítico y protagonismo del estudiante,
entre el método de aula invertida y la educación tradicional
En la figura 5 se puede evidenciar, según las respuestas de los estudiantes encuestados, una clara tendencia a favor de que el aula invertida favorece las competencias del aprendizaje autónomo, pensamiento crítico y protagonismo del estudiante, en comparación con el entorno educativo tradicional. Los datos obtenidos demuestran que los postulados investigados se utilizan y se encuentran presentes a pesar que fueron creados hace varios siglos, ya que sus concepciones epistemológicas o conocimiento abstracto, siguen siendo los costes y mutilaciones del proceso de educación actual. Por esta razón su originalidad es, potenciar elementos subjetivos de experiencia, y por tanto de resistencia, frente a la tendencia hacia una privatización total de la vida y a la imposición de un nuevo conformismo basado en la indiferencia, también creados en el medio intelectual. Esto permite reducir la problemática pedagógica de conciencia, donde los estudiantes se les permite la libertad de pensamiento y una visón amplia de la concepción humana en sus estudios (Habermas, 1966).
Desde la perspectiva de los estudiantes de la UNIB.E, le confieren una representación social al método del aula invertida, como proceso de enseñanza que genera actitudes en los estudiantes de independencia y aprendizaje autónomo, con la oportunidad de desarrollar actividades intelectuales con independencia.
La investigación permitió obtener resultados eficaces, donde se facilitó el estudio desde diferentes enfoques de la problemática existente, de igual forma el aula invertida admite obtener y generar conocimiento bajo el carácter metodológico, científico, sistemático y organizado. De tal manera que se diversifican, los enfoques o vertientes de observación como objetos de estudio, es decir, no solo converge el ámbito académico de la institución, sino también forma parte la sociedad, la cultura, la política, la economía y otros actores que participan en la investigación.
En relación a las representaciones sociales figurativas, los estudiantes le designan al método de aula invertida un sentido como práctica que favorece el pensamiento crítico, propiciando una mayor interacción docente – estudiante, con la posibilidad de que el alumno pueda argumentar y dar razones que sostengan sus afirmaciones, aportar nuevos puntos de vista y cuestionar lo aprendido. De igual forma se evidencia una amplia aceptación de los estudiantes encuestados sobre que el aula invertida es una técnica que otorga protagonismo al estudiante en el proceso de aprendizaje.
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