ISSN 0798 1015

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Vol. 39 (Nº 16) Año 2018 • Pág. 32

Formación para el emprendimiento en el gobierno electrónico en Países de la Alianza del Pacífico

Training for entrepreneurship in e-government in Pacific Alliance Countries

Myriam Teresa CARREÑO Paredes 1; Neida Coromoto ALBORNOZ Arias 2; Rina MAZUERA Arias 3; María Antonia CUBEROS de Quintero 4; Marisela VIVAS García 5

Recibido: 21/12/2017 • Aprobado: 20/01/2018


Contenido

1. Introducción

2. Metodología

3. Resultados y discusión

4. Conclusiones

Referencias bibliográficas


RESUMEN:

El objetivo es conocer sobre la formación para el emprendimiento en los países de la Alianza del Pacífico, a través de los sitios Web en el gobierno electrónico. Se empleó la metodología cualitativa, paradigma interpretativo y técnica de observación. En los cuatro países de la Alianza se evidenció una administración electrónica inclusiva e imparcial (eInclusión). Chile con la formación con enfoque de género, Colombia en la triada Estado-academia-empresa, México con metodología lúdico-pedagógica y Perú con los Massive Open Online Course.
Palabras-Clave: Emprendimiento; gobierno electrónico; Alianza del Pacífico; formación para el emprendimiento.

ABSTRACT:

The objective is to learn about entrepreneurship training in the countries of the Pacific Alliance, through Web sites in e-government. The qualitative methodology, interpretative paradigm and observation technique were used. An inclusive and impartial electronic administration (eInclusion) was evident in the four countries of the Alliance. Chile with training with a gender focus, Colombia in the state-academy-company triad, Mexico with play-pedagogical methodology and Peru with the Massive Open Online Course.
Keywords: Entrepreneurship, e-government, Pacific Alliance, training for entrepreneurship.

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1. Introducción

Numerosos trabajos de investigación se centran en el emprendedor desde el enfoque Shumpeteriano por su aporte al desarrollo y crecimiento económico en términos de generación de empleo, autoempleo, bienestar social y generación de riqueza representada en salarios y ganancias empresariales (Grebel, Hanusch & Merey, 2004). Sin embargo, la formación y conocimiento del emprendedor es otro factor fundamental que compone el sistema de producción que, combinado con capital, tecnología y recursos humanos, permite el cambio de la economía de gestión a la economía emprendedora (Audretsch y Thurik, 2004; Audrestsch, Keilbach & Lehmann, 2006).

El nivel de formación educativa de los empresarios y emprendedores se caracterizaba en el siglo XX por ser de nivel bajo, básicamente cursaban primaria y secundaria; abandonaban los estudios a temprana edad. La tendencia en el siglo XXI cambió por la obligatoriedad del sistema educativo y además surgieron programas de enseñanza para empresarios enfocados en mejorar su nivel formativo. Es así, que la mejor formación de los emprendedores se ha venido concentrando en los emprendedores de edad más joven, razón por la cual los esfuerzos educativos para reforzar los valores del espíritu emprendedor deben dirigirse hacia la educación primaria y secundaria.

No obstante, la tendencia actual es dar más importancia al conocimiento capaz de generar dentro del territorio, spillovers o spin-off que identifiquen oportunidades de negocios nuevos, que al conocimiento que se adquiere en el sistema educativo (Crecente, 2009) pues existe consenso que los emprendedores no nacen sino se hacen desde su experiencia básica. Las políticas diseñadas para incrementar la tasa de actividad emprendedora pueden tener éxito a través de la educación (Oosterbeek, van Praag & IJsselstein, 2008), pues la formación en emprendimiento fomenta el autoestima y confianza en el emprendedor, además lo dota de herramientas para interactuar con el contexto y poner en marcha su negocio.

Por lo antes comentado se ha querido conocer acerca de la formación para el emprendimiento en los países miembro de la Alianza del Pacífico (AP) (Colombia, México, Chile y Perú), a través de los sitios Web en el Gobierno electrónico de cada Estado miembro, a fin de responder la siguiente interrogante ¿Qué información está presente en el gobierno en línea de los países de la AP, referente a la formación y capacitación que fomenta el emprendimiento? Una vez identificados los programas de formación y capacitación que facilitan el emprendimiento en la literatura consultada, se evidenció si en los contenidos del gobierno en línea se promueven dichos programas.

En el presente estudio el gobierno electrónico se entiende como la capacidad y voluntad del sector gubernamental para usar la Internet y las tecnologías de la información y comunicación (TIC), para el funcionamiento del sector público de manera eficiente, transparente y permitiendo la participación ciudadana (Meza y Gómez 2017; OEA, s.f). La investigación se realizó empleando la metodología cualitativa bajo el paradigma interpretativo y la técnica de observación, al ingresar en los sitios Web de los gobiernos en línea, de países que conforman la AP, cuyos contenidos están vinculados al fomento para el emprendimiento a través de la formación y capacitación, utilizando métodos inductivos para lograr el conocimiento de las realidades estudiadas.

1.1. El emprendimiento

El emprendimiento es un proceso que dependerá de las personas, de su costo de oportunidad, recursos económicos, conocimientos, experiencias, percepción de riesgos y autoeficacia (Shane, Locke & Collins, 2003) que inicia gracias a diversos factores que inducen a la persona a ser emprendedora influyendo en el individuo y su formación. Igualmente es una modalidad de obtención de recursos para cubrir sus necesidades, sentir seguridad; obedece también a la falta de adaptación de la persona con el mercado laboral (Barrera, 2012).

Para el Estado y la sociedad el emprendimiento es de interés debido al impacto en el desarrollo económico y social (Barrera, 2012), que requiere la articulación de las instituciones que buscan incidir en el emprendimiento a través de formación, convocatorias, procedimientos para acceder a recursos, financiamiento, formas de constituir y administrar empresas. Así mismo este entorno externo, a través de los factores políticos, mercado laboral y recursos, puede influir en el proceso como tal y en sus resultados (Shane, Locke & Collins, 2003).

Es en este entorno, donde se desarrollan las instituciones, las mismas pueden incidir en los fracasos del emprendimiento, entendidas estas como reglas de juego (North, 2006), las cuales deben ser claras para favorecer el emprendimiento. Es decir, en los emprendimientos desarrollados en un contexto institucional determinado, que comprende las regulaciones de la actividad económica, cultura de la sociedad y propensión de la misma hacia nuevas empresas y formación de los miembros que la conforman (Fuentelsaz y González, 2015) es posible el éxito de los mismos.

1.2. La educación para el emprendimiento

El espíritu empresarial es un fenómeno económico social que se presenta en diferentes niveles: el individual, institucional y social. A nivel individual el emprendedor debe aprender en su entorno cómo crear y desarrollar sus ideas (Fayolle y Toutain, 2013), debe interpretar el sistema complejo que se forma entre el emprendedor, su proyecto y el ambiente (Bruyat y Julien, 2001).

En la creación de empresas la persona juega un papel fundamental, sin ella no hay emprendimiento y en ese sentido, la educación del emprendedor se relaciona con la creación de empresas y con su rentabilidad; las personas con mayor educación son más proclives a relacionar positivamente sus conocimientos con innovaciones y aprovechamiento de oportunidades (Álvarez y Valencia, 2008; Fernández y Junquera, 2001). Las personas que tienen diversas habilidades, conocimientos en diversas áreas más allá de una temática tienen más probabilidades de convertirse en emprendedores (Lazear, 2005). Aun cuando para otros la educación de las personas, su nivel educativo por sí sola no influye de manera significativa en la posibilidad de ser un emprendedor (Contín, Larraza & Mas, 2007).

Las cualidades y características requeridas para ser un emprendedor son más exigentes que las que se requieren para ser un trabajador independiente, no obstante, un emprendedor puede ser un trabajador independiente (Lazear, 2005); es creativo, asume riesgos, detecta oportunidades y trabaja en equipo (Castiblanco, 2013; Arias y Giraldo, 2011).

Es así como el emprendedor debe tener la capacidad de conocer y reflexionar sobre sus propias experiencias adaptándose a los cambios en los entornos económicos sociales, debe saber cómo actuar, obtener recursos, planificar, analizar sus experiencias para lograr que sea efectivo el proyecto, de manera permanente debe revisar sus conocimientos y estrategias y aplicarlos considerando el entorno complejo y dinámico (Fayolle y Toutain, 2013; Osorio y Pereira, 2011; Gámez, 2009); experiencias que se convierten en conocimientos que influye en las decisiones estratégicas que toma el emprendedor (Politis, 2005) y en la capacidad para ejecutar las ideas.

Las oportunidades son esenciales en el emprendimiento, debe vincularse las mismas con los recursos disponibles y los requeridos (Toca, 2010). Los emprendedores creen en un futuro que puede materializarse con la acción humana y, por ende, se dedican a entender y trabajar con las personas que pueden influir en la verificación de ese futuro, controlando el mismo (Sarasvathy, 2001).

El conocimiento empresarial involucra el conocer las funciones que el empresario debe desarrollar, así como las relaciones que pueden mantenerse con el entorno en relación con la actividad empresarial, todo ese conocimiento deriva de las experiencias de la vida, de la educación formal, no formal e informal que forman el capital humano (Liñán y Santos, 2006).

Un aprendizaje experiencial es aquel donde en dicho proceso, el emprendedor o aprendiz, dirige directamente el mismo, reflexionando sobre sus conocimientos y experiencias (Fayolle y Toutain, 2013). No obstante, no todos nacen con las habilidades para ser emprendedores, pero las mismas pueden enseñarse y desarrollarse de manera pausada a lo largo de la vida (Toca, 2010; Politis, 2005).

La educación puede considerarse de tres tipos: 1) la formal de acuerdo a los lineamientos del sistema educativo regular, es institucionalizada, planificada por instituciones públicas o privadas; 2) la no formal organizada fuera del sistema formal que abarca determinados aprendizajes, se encarga de la educación, sobre todo de adultos, profesionales, como talleres, cursos, congresos, conferencias, formación en el trabajo, educación a distancia; y 3) la informal que es no institucionalizada, comprende la educación familiar y los servicios educativos no académicos (Formichella, 2008; UNESCO, 2017).

Por las consecuencias que tiene el emprendimiento en el desarrollo económico social de los países, la educación empresarial es importante en los sistemas educativos a nivel mundial (Katz, 2003). Algunos gobiernos han incluido dentro de sus planes y programas la educación para el emprendimiento (Sanabria-Rangel, Morales-Rubiano y Ortiz-Riaga, 2015); pudiéndose decir que a mayor preparación para el emprendimiento se tiene más autonomía (Van Gelderen y Jansen, 2006) y se tiende a la realización personal (McClelland, 1975).

En cuanto a procedimientos técnicos es importante que la persona que emprende los apropie, que adquiera otras habilidades gerenciales importantes para el desarrollo de una empresa como son: manejo de grupos colaborativos, planeación y administración de los recursos empresariales (Levie y Autio, 2008).

Otro significativo aporte en cuanto a programas educativos lo plantea Kirby (2004), quien describe la importancia de enseñar y motivar a través del conocimiento de la acción de emprender y orienta al individuo a considerar la creación de empresa como un proyecto de vida laboral. Igualmente plantea como factor importante, el aprendizaje del desarrollo de habilidades que lleven a la concreción de la creación de la empresa y ve necesario educar en los procesos que implican sostenibilidad de la idea de negocio.

En ese sentido Gibb (2005) considera que en el diseño y presentación de las temáticas a enseñar ocurre una falencia, relacionada con la no integración de las diferentes disciplinas que abordan el emprendimiento con las ciencias económicas, las cuales han decidido presentar los conocimientos para el emprendimiento solo dentro del marco del éxito económico, dejando de lado dificultades, fracasos y errores de los individuos que se decidieron a emprender. Otros autores ratifican lo anterior al plantear una falta de mirada totalizadora que integre todos los componentes que afectan la decisión de los proyectos independientes (Osorio y Pereira, 2011).

Referenciando teóricos clásicos del aprendizaje como Bandura (1991, 1989, 1986) deben considerarse otros elementos del emprendimiento como individuo, entorno y formas de actuar, que interactúan y se influencian mutuamente. En esta interacción surgen tres aspectos importantes para tener en cuenta cuando se trata de procesos de aprendizaje en relación con el emprendimiento: la percepción de la persona de sentir capacidad frente a los retos (autoeficacia), las perspectivas que se tengan sobre lo que se va a emprender (expectativas) y las metas que se tracen los emprendedores.

Con respecto a la autoeficacia (Bandura, 1989, 1986) considera que esta percepción de capacidad del logro es lo que define el comportamiento del emprendedor ante lo complejo del entorno, donde se desarrollará la idea emprendedora. El segundo aspecto (expectativas) mide la madurez del individuo que desea el emprendimiento, pues este le permite visualizar los resultados. En cuanto a las metas, estas permiten que el emprendedor mantenga el comportamiento centrado en la acción para lograr lo planeado.

Todos los aspectos anteriores muestran la importancia de la complementariedad de las disciplinas propias del emprendimiento como son la economía y otras disciplinas como la psicología cognitiva. Es esta complementariedad la que da validez a la educación para el emprendimiento (Osorio y Pereira, 2011).

La educación emprendedora también debe comprender más que concursos de planes de negocios, estudios de casos y conferencistas del área (Bechard y Toulouse, 1998), debe abarcar no solo al emprendedor y la acción. En el emprendimiento la educación debe considerar la enseñanza/aprendizaje/desarrollo de las habilidades empresariales, bajo varios lineamientos: entender las interacciones sociales, aprender a moverse en un ambiente dinámico, aprender y construir constantemente el conocimiento y materializar las ideas (Fayolle y Toutain, 2013).

En este sentido, educar es un elemento del capital humano que forma parte de las cualidades de la persona, que le permiten ser más productivo (Formichella, 2008) y existen muchos planes educativos para el emprendimiento que las contemplan (Gorman, Hanlon & King, 1997). La educación es oportunidad, los gobiernos deben invertir en el capital humano, en programas educativos desde la primera infancia hasta la edad madura, la educación durante toda la vida (Inza & Urteaga, 2012).

Proyectos educativos para la enseñanza de las interacciones sociales como ocurre en España, se llevan a cabo a través del desarrollo de competencias emprendedoras, proponen ejercicios educativos a temprana edad, al tiempo que se plantea el uso de metodologías lúdicas que salgan del formato elevado de la educación formal y que potencialice al individuo desde sus diferentes formas de aprender y de pensar. De igual manera, consideran la herramienta de las tecnologías de información y comunicación una herramienta vital para la socialización de las experiencias del emprendedor. El mismo proyecto define las competencias como las aptitudes que permite resolver problemas a través de los conocimientos adquiridos y actitudes determinadas (Rodríguez, 2016).

Es así como investigaciones realizadas muestran que los fondos de inversión financian proyectos de emprendedores considerando varios criterios como el liderazgo y experiencia del emprendedor y del equipo de administración y el conocimiento que se tenga de la actividad económica. Se prefieren propuestas en temas donde el emprendedor haya estado ya implicado, pueda actuar frente a situaciones inciertas de manera acertada, y además tenga por ende los conocimientos, pues en caso contrario pueden fracasar al no contar con las habilidades, instrucciones y formación necesaria (Santillán, Gaona y Hernández, 2015).

Igualmente, los programas de emprendimiento suelen tener varios enfoques, orientados a informar sobre el emprendimiento como proceso y fomentar el mismo, creación de empresas y/o autoempleo, creación y crecimiento de la pequeña y mediana empresa (Kirby, 2004) y programas orientados a la formación en entrenadores con destrezas educativas con alcance en las pequeñas empresas (Bechard y Toulouse, 1998). Estos últimos son impartidos de acuerdo con los conocimientos de los facilitadores, sus disciplinas, más no sus experiencias y son evaluados de conformidad a lo planificado por los programadores, lo que da lugar a discutir si realmente estos programas cumplen sus objetivos en la práctica (Osorio y Pereira, 2011).

Una línea de enseñanza no menos importante es la enseñanza de las competencias financieras y las empresariales. El 33% de los adultos en el mundo poseen competencias financieras básicas. Las competencias financieras permiten tener el conocimiento necesario para las finanzas personales y adquirir, administrar y asignar los recursos de manera eficiente para la consecución de las metas propuestas; y las competencias empresariales implica las técnicas sobre el sector en el que se desarrolla la actividad empresarial, de gestión y personales (UNESCO, 2017).

También es importante que la enseñanza para el emprendimiento incluya temáticas que desarrollen habilidades técnicas, gestión empresarial y personales, como comunicación, reconocimiento de oportunidades, toma de decisiones, solución de problemas, trabajo en redes y gerenciales como contabilidad, marketing, planificación, manejo de personal (Osorio y Pereira, 2011; Kirby, 2004; Sarasvathy, 2001). Además, la educación y la familia pueden influir en las características de los emprendedores. El emprendedor evoluciona con el tiempo, además de las cualidades innatas, la experiencia, formación, conocimientos y relaciones sociales desarrollan capacidades del emprendedor (Ceballos, 2015).

1.3. Gobierno electrónico y emprendimiento

El e-government o gobierno electrónico es entendido como el uso de las TIC y la Internet como herramientas para alcanzar un buen gobierno, centrado en la gobernabilidad referida a la eficiencia del Estado al formular y ejecutar políticas económicas y administración de la gestión pública (Albornoz & Mazuera, 2016, Villoria & Ramírez, 2013); por medio de la interconexión e interacción entre el Estado, los ciudadanos y el mercado de la economía, poniendo a disposición de personas naturales y jurídicas servicios electrónicos (e-servicios) relacionados con acciones, programas o políticas del gobierno (Naser y Concha, 2011; Tricas, 2007).

Existen cuatro tipos de innovaciones en la administración pública relacionadas con las TIC bajo modelos democráticos: la administración electrónica regida por valores de economía, eficacia y eficiencia, la administración electrónica inclusiva e imparcial, el gobierno abierto que rinde cuentas y el gobierno electrónico participativo y colaborativo. La innovación de la administración electrónica inclusiva e imparcial (eInclusión), comprende la búsqueda de bienestar del ciudadano, que todas las personas gocen de los beneficios de las TIC en cuanto al mejoramiento económico, oportunidades de empleo, calidad de vida, participación y cohesión social. No obstante, es fundamental que el gobierno derribe barreras a la accesibilidad por medio de la generación de políticas y programas que reduzcan las brechas digitales y considere los grupos con capacidades especiales (técnicas, visuales, auditivas, semánticas o de lenguaje) (Villoria & Ramírez, 2013).

Las iniciativas para la superación de las brechas digitales (domésticas e internacionales) y brechas cognitivas deben enfocarse en la presencialidad, incorporación de tecnologías adecuadas y flexibles (en el hardware y software), formación y capacitación, favorecer el acercamiento entre el mundo educativo y la empresa y potenciar la participación de la sociedad civil (Tello, 2007; Cabero, 2004).

Dado que los objetivos contenidos en el Acuerdo de integración regional Alianza del Pacífico, están relacionados con el fomento al emprendimiento en los países miembro, como estrategia de bienestar social y crecimiento económico, se indagó acerca de la información existente al respecto, en los sitios Web en el Gobierno electrónico de cada país, a fin de verificar si en sus contenidos se facilita el emprendimiento en cuanto a programas de formación y capacitación, conforme la literatura que apoya la investigación.

El objeto de estudio estuvo constituido por los programas de formación y capacitación para el emprendimiento siendo las unidades de análisis las plataformas del gobierno electrónico de los países que conforman la AP, con contenidos que fomentan el emprendimiento. En estas plataformas se realizó observación y verificación de si la información presentada en los sitios Web gubernamentales realmente facilita el emprendimiento desde la formación y capacitación.

1.4. La alianza del pacífico

La Alianza del Pacífico (AP) es creada por iniciativa de Chile, Colombia, México y Perú en 2011, materializándose su existencia en junio de 2012 (Alianza del Pacífico, 2012, artículo 2). La AP ha centrado acción en las clásicas fases de un proceso de integración regional: 1) libre circulación de bienes y servicios, capitales y personas; 2) un acuerdo comercial que permite el comercio entre los Estados miembro con reducción arancelaria (aun una unión aduanera incompleta); y 3) el trabajo coordinado para disminuir dificultades en las operaciones de importación y exportación (Abecé de la Alianza del Pacífico, s.f.; Malamud, 2011).

El fomento del emprendimiento en el Acuerdo de Integración de la AP se evidencia en el protocolo adicional, firmado por los jefes de los Estados miembro, en la Cumbre de Cartagena el 10 de febrero de 2014. Allí surgió un Grupo técnico que presentó en junio de 2014 la agenda de emprendimiento para Pymes, que contiene mecanismos de financiamiento, acompañamiento e inversión para emprendedores. También la AP celebró el Foro regional sobre emprendimiento e Innovación, realizado en Chile en 2013, para construir un ecosistema de innovación y emprendimiento, acciones del sector público-privado para apoyar la incubación, crecimiento y generación de nuevos emprendimientos en los países de la AP (Trujillo, 2014).

2. Metodología

El objeto de estudio del presente trabajo se corresponde con la formación para el emprendimiento. El contexto de la investigación es el gobierno en línea de los países de la Alianza del Pacífico (Colombia, México, Chile y Perú) donde se observa qué programas de formación y capacitación apoyan el emprendimiento. Las unidades de análisis son cada uno de los sitios gubernamentales dedicados al emprendimiento de los países antes referidos, a fin de visualizar la información que provee y que contribuye con el emprendimiento, desde programas de formación y capacitación.

El estudio se enmarcó en el paradigma interpretativista porque se asume el desafío de comprender la naturaleza desde la realidad, a través de la relación entre los investigadores y lo conocido, a fin de describir el objeto de estudio empleando la teoría sustantiva para guiar la recogida y análisis de la información, así como la interpretación de los resultados (Lincoln y Guba, 1985). Los eventos comunicacionales observados en la realidad contienen lenguaje y comunicación que permiten construir o desconstruir la realidad, pudiendo evidenciar si estos visibilizan los programas de formación y capacitación hacia el fomento del emprendimiento.

En el proceso interpretativo, se buscó comprender el propósito del evento comunicacional observado en el sitio Web, el alcance del contenido mostrado y la intención humana plasmada por la entidad gubernamental para promover los programas de formación y capacitación hacia el emprendimiento, logrando describir la realidad. Se empleó el enfoque cualitativo basado en la comprensión, utilizando el método inductivo, porque los investigadores interactuaron con la información observada en los sitios Web de manera detallada y así emergieron significados (Ruíz, 2012). La recopilación de información y datos se hizo directamente en los sitios web visitados, seleccionando aquella que constituye ideas de autores y cuyo significado fue interpretado y explicado. Los referentes teóricos apoyaron la interpretación en la discusión de resultados.

La técnica empleada para recolectar los datos fue la observación, debido a la intervención de los investigadores en la revisión no verbal e inmersión en el espacio virtual (Sandoval, 1996) contenida en los sitios web, con el objeto de comprender cómo el gobierno en línea se comunica con los ciudadanos, con relación al fomento del emprendimiento a través de la formación y capacitación. Durante la recolección de datos fueron relacionados los programas de formación y capacitación para el emprendimiento, bajo la perspectiva de factores intervinientes. Una vez recolectada la información en cada sitio web considerado como unidad de análisis, se estableció un proceso de reflexión para llegar a la interpretación de la existencia de relación con la formación y capacitación.

3. Resultados y discusión

Tabla 1
Educación para el emprendimiento en el gobierno electrónico de Chile

Fuente: elaboración propia.

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Tabla 2
Educación para el emprendimiento en el gobierno electrónico de Colombia

Fuente: elaboración propia.

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Tabla 3
Educación para el emprendimiento en el gobierno electrónico de México

Fuente: elaboración propia.

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Tabla 4
Educación para el emprendimiento en el gobierno electrónico de Perú

Fuente: elaboración propia.

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El segundo país más emprendedor del mundo es Suecia y según el empresario y educador sueco Carl Joham Westring, es necesario innovar en metodologías para la enseñanza del emprendimiento tanto a través del diseño de espacios físicos como digitales (Cely, 2017). En la Figura 1 se muestran los aspectos observados de la formación para el emprendimiento en los sitios Web del gobierno electrónico en los países de la AP.

Figura 1
Formación para el emprendimiento en países de la Alianza del Pacífico desde el gobierno electrónico

Fuente: elaboración propia

La capacitación para el emprendimiento en Chile se muestra tendiente a la creación de empresa, gestión y sostenibilidad de la misma. Para el caso de los emprendimientos rurales, Chile reconoce su brecha digital doméstica y por ello oferta la capacitación de manera virtual, pero la formación la materializa en forma presencial con la finalidad de superar dicha brecha, tal como lo indican Tello (2007) y Cabero (2004). Además, se destaca que, de todos los sitios Web visitados de los países de la AP, Chile es el único donde se observó capacitación para el emprendimiento con enfoque de género, lo que significa una innovación del gobierno electrónico denominada por Villoria y Ramírez (2013) como administración electrónica inclusiva e imparcial (eInclusión).

Se observó el apoyo a emprendedores por parte de mentores y profesionales con experiencia y conocimientos para la formación de emprendedores. Esta iniciativa de capacitación fortalece el concepto de autoeficacia al potenciar la percepción del emprendedor de sentirse capaz de materializar su idea de negocio, frente a otros emprendedores que lo han logrado; de igual manera establece patrones de comportamiento de persistencia frente a los posibles obstáculos que le ofrezca el entorno (Bandura, 1986, 1989).

En Colombia la capacitación para el emprendimiento en el gobierno electrónico, también se enfoca hacia el sostenimiento, desarrollo y crecimiento de los proyectos de negocios a través de formación e intercambios de mejores prácticas de internacionalización comercial, lo cual implica el desarrollo de competencias y técnicas en el sector de la actividad económica y estrategias en el ámbito nacional e internacional como lo señala la UNESCO (2017).

Además, se destaca que, de todos los sitios Web de los países de la AP visitados, en Colombia fue el país donde se evidenció el trabajo en red de la triada gobierno-universidad-sector privado, pues la alianza entre el MINTIC y la Universidad de La Sabana lo demuestra con la cátedra Empresario Digital, siendo además un programa inclusivo al tomar en cuenta a emprendedores y empresarios para que incursionen en la economía digital, sin importar su nivel educativo. Esta triada coincide con lo dicho por Carl Joham Westring, al señalar que un factor de éxito para que el emprendimiento contribuye con el desarrollo, al enfocarse hacia el engranaje: gobierno-sector privado-academia, donde el gobierno aporta reglas o legislación estable y apoya con financiamiento, en la academia se aprovecha la investigación de vanguardia y el sector privado se articula con el académico para transformar la investigación en innovaciones y estimular la creación de empleos (Cely, 2017).

Igualmente, se resalta como política gubernamental para incrementar la actividad emprendedora, la existencia del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) la cual dirige toda su capacitación hacia los emprendimientos de naturaleza tecnológica y su gestión administrativa y financiera, cumpliéndose el planteamiento de Oosterbeek, van Praag & IJsselstein (2008), al manifestar que lo anterior puede lograrse a través de la educación y apropiación de destrezas para vincularse con el entorno y materializar la idea de negocio.

En el caso de México, se observó que los procesos de aprendizaje se enfocan en la creación y gestión de la empresa, con enfoque a diversas formas de gestión de negocios: incubación, microfranquicias, marketing, redes sociales, comercio electrónico entre otros. De todos los sitios Web de los países de la AP visitados, en este país se evidenció el empleo de la metodología lúdico-pedagógica como recurso educativo dirigido a población en edades tempranas (niños y jóvenes), coincidiendo con el proyecto educativo español explicado por Rodríguez (2016), el cual despierta en el individuo diferentes formas de aprender y pensar, que lo llevan a emprender.

De igual forma, se observó la socialización de experiencias exitosas sobre creatividad a través de las TIC, aspecto que por imitación incrementa la autoeficacia, influyendo en los patrones de comportamiento del emprendedor como lo señala Bandura (1986).

La formación para el emprendimiento a través del gobierno electrónico observada en Perú se centró en habilidades de gestión tanto personales como empresariales tal como lo indican Osorio y Pereira (2011), Kirby, (2004) y Sarasvathy, (2001), que adicional a la formación administrativa y financiera, es importante formar en comunicación, toma de decisiones, trabajo grupal y gestión del talento humano; aspectos relacionados con el comportamiento del emprendedor dentro del ecosistema.

Al igual que Chile, en Perú se observó una innovación de gobierno electrónico que se corresponde con formación inclusiva e imparcial (eInclusión), como son los cursos en línea dirigidos a un amplio número de participantes (Massive Open Online Course, MOOC) que persiguen la universalidad, libre acceso sin restricción del número de participantes en la formación en línea en materia de emprendimiento como lo señala Villoria & Ramírez (2013).

4. Conclusiones

En el rastreo de información sobre capacitación para el emprendimiento on line, en los países de la AP, se observó oferta de formación por parte de instituciones privadas. Las mismas no fueron relacionadas en este estudio debido a que no corresponden con formación desde el gobierno electrónico, que fue el objetivo del trabajo.

Es primordial que los gobiernos electrónicos de los países de la AP continúen el trabajo de superar las barreras de accesibilidad, la capacitación para la formación en emprendimiento debe ser responsabilidad de la triada gobierno-universidad y empresa, debido a que la misma concreta la formalización de la idea productiva, disminuyendo la informalidad laboral y fomentando la reducción de brechas digitales y cognitivas tomando en cuenta a la población con capacidades especiales.

Como una futura investigación se propone el estudio de los flujos migratorios en los países de la AP que contribuyan en la transferencia de conocimiento e innovación para proyectos de emprendimiento que tengan implícitas experiencias internacionales, tal como lo señala Llisterri (2004).

Nota: Este trabajo se realizó en el marco del proyecto: Capacidades de la mujer desde la perspectiva de la empleabilidad y el emprendimiento como contribución a la productividad regional del Norte de Santander, de la Universidad Simón Bolívar sede Cúcuta.

Referencias bibliográficas

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1. Especialista en Orientación Educativa y Desarrollo Humano. Licenciada en Educación (UFPS). Psicóloga en formación, (UNAD). Docente - investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Colombia. Correo electrónico: m.carreno@unisimonbolivar.edu.co

2. Doctora en Ciencias Sociales y Jurídicas (UCO). Especialista en Análisis Bursátil y Gestión de Carteras (IEB España). Contador Público (UCAT). Docente e investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Colombia y. Universidad Católica del Táchira, Venezuela. Correo electrónico: n.albornoz@unisimonbolivar.edu.co

3. Doctora en Derecho (Universidad de Zaragoza). Especialista en Derecho Administrativo (UCAT), en Derecho Tributario (USM). Docente e investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Colombia y. Universidad Católica del Táchira, Venezuela. Correo electrónico: r.mazuera@unisimonbolivar.edu.co; rmazuera@ucat.edu.ve

4. Doctora en Ciencias Gerenciales (UNEFA). Licenciada en Educación (UCAT). Ingeniero en sistemas (UNA). Docente e investigación en Universidad Simón Bolívar, Colombia y. Universidad Católica del Táchira, Venezuela. Correo electrónico: m.cuberos@unisimonbolivar.edu.co

5. Doctora en Innovaciones Educativas (UNEFA) Magíster en la Enseñanza de las Ciencias Básicas (UNET). Licenciada en Educación (UCAB). Docente e investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Colombia. Correo electrónico: m.vivas@unisimonbolivar.edu.co

6. Aquellas ideas captadas por algunos individuos o empresas que los lleva a beneficiarse o perjudicarse indirectamente de ciertas actividades o acciones realizadas por otros.

7. Las iniciativas empresariales promovidas desde las universidades para la explotación de nuevos procesos, productos o servicios, con enfoque en las nuevas tecnologías, creación de empleo de calidad y alta valor añadido a la actividad económica.


Revista ESPACIOS. ISSN 0798 1015
Vol. 39 (Nº 16) Año 2018

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