Vol. 39 (Nº 06) Año 2018. Pág. 5
Norma MARTÍNEZ-MARTÍNEZ 1; Isaac SÁNCHEZ-JUÁREZ 2
Recibido: 28/09/2017 • Aprobado: 22/10/2017
RESUMEN: Objetivo: Conocer la cantidad de artículos publicados y citas recibidas por parte de los investigadores del campo de la administración en México del 2010 al 2016. Método: Se utilizó la base de datos Scopus y los investigadores que en enero del 2016 estaban inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Resultados: 293 investigadores, 540 artículos y 2,361 citas. Originalidad: Encuesta para conocer las causas de la baja producción científica |
ABSTRACT: Objective: To know the number of published papers and citations received by researchers from the administration field in Mexico from 2010 to 2016. Method: The Scopus database was used and the researchers who in January of 2016 were enrolled in the System National Researchers of the National Council of Science and Technology. Results: 293 researchers, 540 articles and 2,361 citations. Originality: Survey to know the causes of low scientific production |
Este artículo tiene como finalidad reportar la cantidad de artículos científicos publicados por parte de los investigadores del área de administración en México durante el periodo 2010-2016, así como las citas que recibieron. Para tal fin, se recurrió a la base de datos Scopus, una de las mayores fuentes de información científica en el mundo, la que según Ballard y Henry (2006), De Moya et al. (2007), Falagas et al. (2008), Prathap (2009), Costa et al. (2015) y Harzing y Alakangas (2016) representa un instrumento adecuado para medir la producción científica y sus citas, por encima de otras opciones como Web of Science y Google Scholar, ya que concentra más información de las revistas científicas con los mejores estándares de calidad editorial y exigencia. En Scopus se encuentran aquellas revistas que marcan la frontera del conocimiento.
Respecto a los investigadores, en el caso mexicano, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) del gobierno federal tiene un programa denominado Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual agrupa a todos aquellos científicos que son apoyados con recursos públicos para la realización de sus tareas, se decidió tomar de ahí a los que declararon realizar publicaciones científicas en el área de administración.
La tarea de identificar y contabilizar lo que publican los investigadores, así como sus citas, es vital ya que de acuerdo con Romer (1986), Barro y Sala-i-Martin (1992) y Ravinesh et al. (2016) la generación de conocimiento repercute en el desarrollo humano, productividad y crecimiento. En el caso del área de administración en México, tras revisar las bases de datos científicas, solamente se encontró un trabajo, el de Martínez y Sánchez-Juárez (2014), el cual representa un antecedente del presente, ellos contabilizaron la producción científica que aparece en Ebsco, Redalyc y Scielo. Salvo el trabajo mencionado (que se concentra en producción y no contabiliza las citas), no existen otros estudios que permitan explicar el grado de avance del área de administración como ciencia y menos su impacto por la vía de las citas académicas recibidas.
Al revisar la literatura, se encontraron varios trabajos que han realizado un estudio bibliométrico similar al que se propone, en diferentes ramas de las ciencias sociales y naturales en México, destacan los siguientes: Esquivel (2002), Martínez y Coronado (2003), Cortes (2007), Bravo y Sanz (2008), Gil y Ruiz (2009), Moreno et al. (2011), López y Tarango (2012), Amado et al. (2013), Arteaga y Flores (2013), Dutrénit et al. (2014), Contreras et al. (2015), Musi et al. (2015), Estrada et al. (2015) y Franco et al. (2016).
Tras estudiar las anteriores investigaciones, la presente se construyó sobre la siguiente premisa: se publicaron pocos artículos en revistas científicas indizadas en Scopus por parte de los investigadores del área de administración en México durante el periodo 2010-2016, además, tuvieron baja citación, lo que significa que las ciencias administrativas en el país se encuentran subdesarrolladas. Las preguntas de investigación formuladas fueron: ¿Cuál fue el número de publicaciones en revistas científicas de los investigadores del área de administración? ¿Quiénes fueron los investigadores con más publicaciones? ¿Cuántas citas obtuvieron los investigadores con sus publicaciones? Y ¿Quiénes fueron los investigadores con el mayor número de citas?
Adicional a esto se presentan los resultados de una encuesta realizada en línea a una muestra representativa de los investigadores, quienes explicaron desde su perspectiva, la razón de su bajo nivel de producción científica, su opinión sobre la publicación en revistas, consideraciones sobre producción global, relevancia de Scopus en materia de comunicación científica y la impresión que tienen del estado de la investigación en el área de administración en México y las políticas nacionales asociadas.
La investigación se enfocó en buscar en Scopus los artículos científicos publicados por los investigadores del área de administración en México del 2010 al 2016. La muestra analizada correspondió al padrón de investigadores vigentes a enero de 2016 del SNI, área V de ciencias sociales, campo ciencias económicas, dentro de esta categoría se concentran 24 disciplinas, de estas se seleccionaron: gestión de la calidad; organización de la industria y política económica; organización y dirección de empresas y las que se encontraban sin identificación. La muestra quedó inicialmente en 384 investigadores, de los cuales se seleccionaron 67 para realizar una búsqueda en la web e identificar el tipo de producción científica que generaron, confirmándose que su obra global no era de administración sino de economía, de esta forma quedaron 317 investigadores. Finalmente, se buscó información de los que no contaban con la descripción de la disciplina, haciendo una última depuración de 24 para finalizar con 293 investigadores.
Una vez que se conocía a los investigadores, se procedió a crear una base de datos en la que se concentró la siguiente información: nombre del investigador, institución, publicaciones y citas recibidas por publicación. Para encontrar con exactitud los artículos, se realizaron 35 estrategias de búsqueda que se basaron en las variantes de su nombre (ver Tabla 1). La construcción de la base de datos se realizó entre noviembre del 2016 y febrero del 2017.
Tabla 1
Estrategia de búsqueda de artículos y citas de los investigadores en Scopus
Fuente: Elaboración propia.
La búsqueda de documentos en Scopus consideró las siguientes acciones de forma permanente: búsqueda por autores y mostrar 200 resultados por página. Conforme se fue desarrollando la búsqueda se transfería la información a la base. En el transcurso del proceso de búsqueda de la información se detectaron las siguientes situaciones: 1) se encontraron investigadores con dos o más números diferentes de identificación que asigna Scopus; 2) se detectó un investigador que tiene un homólogo en otro país, y este último contaba con documentos del investigador que formaba parte de la investigación; 3) se localizó una investigadora que le aparecen los documentos de otro investigador, sin que entre ellos exista ninguna similitud; 4) se encontró un investigador, al cual se le contabiliza un mismo artículo en dos años diferentes y 5) cuando los resultados de búsqueda son mayores a 4,000 documentos aparece un mensaje de error. Teniendo en cuenta lo anterior, se finalizó la base de datos y se procedió a reportar los resultados.
Respecto al total de artículos se halló lo siguiente: la tendencia es creciente en el tiempo; no obstante, se confirma la primera parte de la hipótesis, respecto a la baja producción científica de los investigadores del área de administración, ya que en siete años se publicaron en revistas indizadas en Scopus un total de 540 obras, lo que significa apenas 1.8 trabajos por investigador. En 2010 se contabilizaron 34 artículos, 48 en 2011, 70 en 2012, 64 en 2013, 80 en 2014, 116 en 2015 y 128 en 2016. Un número adecuado de publicaciones resulta de multiplicar el número de investigadores (293) por los siete años del estudio, suponiendo que cada uno publica al menos un artículo, en este caso el valor sería 2,051 publicaciones (los resultados reportados aquí coinciden con los de Malaver, 2016, quien midió para el 2010-2013).
Al analizar por investigador se revela una concentración de publicaciones y queda claro el escaso volumen de producción, ya que solamente 133 de los 293 investigadores tiene al menos una publicación, esto es, 45% publicó en revistas indizadas en Scopus, 160 investigadores o 55% no tuvieron en siete años investigaciones listadas en dicha base. De los 540 artículos para el periodo, 43% fueron publicados por los 19 investigadores que aparecen en la Tabla 2 (los cuáles tienen más de siete artículos para todos los años). El artículo no reporta a los que publicaron menos de 7 o bien cero artículos con el afán de no dar una apariencia de baja o nula productividad, ya que se reconoce que existen otra clase de medios para reportar resultados de investigación, tales como libros, capítulos de libros, memorias de congresos y revistas no indizadas en Scopus.
En cuanto a las citas, se contabilizaron 2,361 para el periodo, lo que representa un promedio de 4.3 por documento publicado en siete años, una cifra que es reducida (si se encontraron 540 documentos, un número adecuado de citas es por lo menos de 10,800, suponiendo que cada trabajo en los siete años hubiera recibido 20 citas). En 2010 el total de citas fue 372, 635 en 2011, 679 en 2012, 329 en 2013, 201 en 2014, 102 en 2015 y 43 en 2016, observe que las citas se reducen, mientras que la producción de artículos se incrementó. De los 293 investigadores, al menos 87 recibieron una cita, aunque destaca que 74% de las citas se concentraron en 19 investigadores (1,741 citas) (ver Tabla 3).
Tabla 2
Investigadores más productivos del área de administración en México, 2010-2016
Fuente: Elaboración propia a partir de información de Scopus.
Cuatro investigadores fueron citados todos los años: Maribel Guerrero Cano con 247 citas, José Ernesto Amoros Espinosa con 112, Bryan William Husted Corregan con 105 y Manuel Francisco Suárez Barraza con 94. Sus citas fueron 558 que corresponde al 23% del total. Al comparar a los que más artículos produjeron con los que más citas recibieron se halló que en 13 casos existía coincidencia, en 6 ocasiones se verificó que los investigadores más citados, no se encontraron entre los más que más artículos producen, lo que implica que un menor nivel de producción tiene un mayor impacto, los casos son: Lorena Raquel Perez Floriano, Isis Olimpia Gutiérrez Martínez, Carlos Mario Amaya Molina, Roger Nion Conaway, Magda Lizet Ochoa Hernández y María Teresa de la Garza Carranza.
Tabla 3
Investigadores más citados del área de administración en México, 2010-2016
Fuente: Elaboración propia a partir de información de Scopus.
Los resultados permiten afirmar que los investigadores del área de administración en México deben incrementar sus publicaciones en revistas indizadas en Scopus y cuidar que sean de calidad y relevancia para que puedan ser citadas en un periodo de tiempo breve. Se ha enfatizado Scopus, por al menos tres razones: 1) contiene más de 5,000 editores y 69 millones de registros, 2) cuenta con registros anteriores a 1970 y 3) las revistas incluidas son seleccionadas rigurosamente por un comité de expertos para lograr concentrar el 52% de la mejor literatura académica sujeta a arbitraje (Scopus, 2017). Aunado a esto, en el caso mexicano, el Conacyt condiciona el financiamiento de sus investigadores a publicaciones en Scopus, ya que considera que los trabajos ahí colocados tienen mayor impacto científico, con lo que sigue una línea ortodoxa de evaluación de la calidad científica y de aquí la importancia del diagnóstico que se ha presentado (ver Vasen y Lujano, 2017).
Tras encontrar que en materia de artículos científicos el área de administración se encuentra 74% por debajo de un número deseable de publicaciones en revistas indizadas en Scopus y 79% en el caso de las citas, se decidió proseguir la investigación, para determinar desde el punto de vista de los investigadores, la razón detrás de esta baja producción, así como otros elementos relacionados con el mundo de la publicación científica y la importancia que para ellos reviste la base de datos Scopus como un indicador de calidad e impacto de lo que generan.
El instrumento desarrollado estuvo compuesto por 5 preguntas abiertas, 7 de selección múltiple y 7 de opinión (ver Anexo). Para su creación se utilizó la aplicación Google Drive y se envió un enlace a través de correo electrónico. Aunque se decidió enviar el correo a los 293 investigadores, esto no fue posible, ya que en 14 casos no se contó con el correo y 26 no recibieron el correo, por lo que finalmente se mandó a 253 investigadores, de los cuales contestaron 84; es decir el 33%, asociados a 39 instituciones y 24 de 32 entidades federativas. La encuesta se realizó entre los meses de abril y mayo del 2017.
Al preguntarles cuantos artículos en revistas científicas publicaron durante el periodo, los investigadores señalaron que fueron en su mayoría más de 6 artículos. Solamente catorce de ellos indicaron tener 6 o menos artículos. Uno de ellos mencionó que tenía de 5 a 10 artículos, pero consideraba que los más recientes eran de mayor calidad, esta respuesta llamó la atención, ya que indica la preocupación que tienen los investigadores por este tema. Veinte investigadores indicaron tener 20 o más publicaciones, se presentó un caso que indicó tener 120 artículos publicados, lo que implica escribir 17 artículos por año, ¡más de uno al mes! Al dejar fuera a los que publicaron 6 o menos y 20 o más artículos, se concluyó que en promedio los encuestados habían publicado 11 artículos para todos los años o bien 1.5 por año. Las respuestas recibidas sugieren que ellos no consideran que su producción de artículos en revistas científicas sea reducida, ya que incluyen todo lo que publican, sin importar que esté o no en Scopus.
De hecho, se realizaron dos preguntas más en relación con lo anterior: 1) ¿Cómo considera su desempeño en otras clases de productos de investigación como libros, capítulos de libros y reportes técnicos? Y 2) ¿En qué rango considera que está su nivel global de producción científica? Siete de ellos respondieron que su producción puede considerarse como muy alta, mientras que cuarenta y siete consideraron que fue alta, veintiocho apuntaron que su producción puede clasificarse como media baja y dos que es muy baja. En general, la muestra de investigadores del área de administración no cree que su producción sea reducida si se consideran todas las clases de productos científicos, ello explica su ingreso o mantenimiento-promoción en el SNI.
De acuerdo con Tarango et al. (2017, p. 149) “la revista científica es la principal herramienta para la comunicación científica y en consecuencia, el artículo científico es el medio más óptimo para dar a conocer hallazgos…”, por tal motivo, se preguntó acerca de las ventajas que tiene la publicación en revistas científicas y las respuestas se agruparon en cuatro categorías: 1) Calidad, todos reconocen que publicar en revistas arbitradas implica que se tiene mayor rigor dado que antes de publicarse se recibe retroalimentación por parte de colegas expertos en la temática, resultando en un producto de mayor credibilidad, que se somete a un proceso exigente y que por lo tanto está sujeto a recibir citas académicas; 2) Alcance y visibilidad, los investigadores consideran que publicar en revistas da mayor difusión a sus resultados e incluso señalan que dado que muchas publicaciones son ahora electrónicas y se encuentran disponibles en la red, entonces alcanzarán un público más amplio; 3) Pertenencia al SNI, los investigadores están conscientes de la forma en la que evalúa el Conacyt si un investigador recibe o no su estímulo económico, saben que publicar en revistas, particularmente con factor de impacto o algún factor de citación asegura su membresía y 4) Reconocimiento y prestigio, consideran que publicar en revistas es mejor que hacerlo en libros o capítulos de libros ya que genera respeto.
También se les preguntó por las desventajas de publicar en revistas y 18 opinaron que no tienen, los demás están preocupados por el tiempo que se requiere para elaborar un artículo científico, la dificultad de cumplir con las normas editoriales y una vez que el trabajo se envía les parece un problema el tiempo para responder de recibido, el tiempo de entrega de los dictámenes y el tiempo de publicación y difusión. Además, les preocupa que muchas revistas que se consideran de prestigio no son en realidad de acceso abierto, ya que debe pagarse para que el artículo esté disponible en lo inmediato, lo que consideran una práctica abusiva. En cuanto a su impacto, algunos indicaron que los artículos solamente llegan a un público especializado y no tienen por tanto muchos lectores e implicaciones prácticas. Un investigador señaló algo que se ha venido generando “… la prostitución de artículos solo para entrar al SNI...”, también otro indicó: “toma mucho tiempo en tener una aceptación en una revista con factor de impacto…”, otro más mencionó: “se crea un falso estatus en el imaginario de quienes publican…” y un último que interesa aseveró: “…pocos las leen.”.
Al preguntar si las revistas que están en Scopus son de calidad, 77 investigadores indicaron que definitivamente las revistas que ahí se encuentran son de calidad, solamente dos expresaron que no sabían nada sobre el tema, mientras que cinco dijeron no estar de acuerdo, por considerar que es un medio de control, no creen que el arbitraje sea ciego, se le da un peso excesivo a las publicaciones en inglés, a autores de países desarrollados y son un negocio de mafias y elitista.
Entre los que tienen una opinión favorable de Scopus, apuntaron que ahí se encuentran revistas muy exigentes que publican artículos que siguen un estricto control de calidad editorial, tienen una alta difusión internacional, mayor impacto social, no aceptan cualquier artículo y se someten a una estricta revisión por pares, aunado a que globalmente es el índice más importante que se conoce. La mayoría de investigadores reconoce lo estricto del proceso de publicación en revistas indizadas en Scopus y la importancia que tiene para alcanzar visibilidad e impacto; no obstante, como se evidenció, publican poco en revistas ahí indizadas.
Entre los factores limitantes de su producción científica, el más mencionado por los investigadores fue la falta de tiempo, al respecto una de ellas apunto:
“Para hacer investigación se requiere dedicar tiempo. En mi caso, soy investigadora pero también soy docente, tutora, realizo actividades de gestión académica… coordinadora de un seminario de investigación; adicionalmente, soy madre de familia, hija, ama de casa, chofer, cocinera, etc., por ello, el tiempo dedicado a la investigación es limitado; sin mencionar la importancia de los recursos económicos sobre todo cuando se realiza investigación de campo. Considero que lo más importante de la producción científica es que representa un proceso de aprendizaje que va mejorando con el tiempo por lo que lo más importante es la calidad del producto no la cantidad de producción. El trabajo en redes interinstitucionales favorece el incremento de la producción y el aprendizaje por lo que es una de las opciones que tiene impacto positivo tanto en la calidad como en la cantidad.”
Otro factor limitante es la ausencia de apoyos institucionales, particularmente falta de recursos económicos o financieros y una carga excesiva de actividades docentes o administrativas, respecto a esto último, una investigadora señaló:
“La debilidad en administración del tiempo porque se me asignan tareas para salvar sin fin de situaciones que por lo regular son ajenas a la investigación. Sin duda propiciado por las actividades de gestión, la asignación de tareas por parte de los directivos, actividades de gestión en apoyo de la carrera y de los proyectos que se nos pide por el departamento y por coordinar honoríficamente y mantener un posgrado del área administrativa en mi institución y cuidar la calidad del mismo. Mi pasión es la investigación del área administrativa y me angustio que no pueda concretar en la producción científica, teniendo en puerta resultados de proyectos que solo falta concretar en artículos para publicar, y soy lenta por ello, aunado a que me gusta ser meticulosa para cuidar en todo momento la calidad que me exijo cada día más en mis trabajos, tratando de darles más peso.”
Un investigador profundizó en relación con los obstáculos institucionales al indicar:
“La falta de apoyo, lamentablemente en universidades públicas llegan autoridades que no tienen nada que ver con el ámbito académico y no visualizan la importancia de la investigación, por lo que cortan lo realizado en administraciones pasadas y se vuelve una cuestión burocrática y se vuelve a iniciar y cuando ven la importancia se realiza otro cambio, esos movimientos dejan sin tiempo y recorte a la inversión de las investigaciones. Por otro lado, creo que las certificaciones como prodep, ciees, cacesa etc. hace que todos los docentes los obliguen a investigar, cuestión que no les agrada a todos, y provoca que los limitados recursos de tiempo y dinero se reparta entre mucha gente y a las personas que realmente investigan no se les apoye de forma correcta.”
Para finalizar, en materia de obstáculos para publicar en revistas científicas indizadas en Scopus, un investigador opinó:
“La dificultad para integrar equipos multidisciplinarios de la manera en que se hace en otros países: un experto en estadística, un experto en redacción, un experto traductor, un experto en edición, etc. También afecta la falta de recursos, como la dificultad de acceso a muchos portales de revistas científicas, la escasez de expertos en método estadísticos, falta de recursos para pagar editores especializados de los journals, falta de recursos financieros en general para investigación de campo, software, acceso a journals, etc. Falta de visión de las autoridades universitarias y funcionarios sobre lo que realmente es la investigación científica de clase mundial en la actualidad.”
Respecto a los avances en materia de investigación en el área de administración en México, 57% de los entrevistados indicaron que están de acuerdo con el hecho de que no se ha avanzado mucho en materia de generación del conocimiento, 23% apuntaron no estar de acuerdo y por lo tanto consideran que sí se han observado avances y el resto indicaron que no sabían. Por otra parte, el 34% consideraron que las políticas nacionales para el fomento de la investigación en administración no son las adecuadas, 31% no está de acuerdo ni en desacuerdo con ellas, 30% está de acuerdo y 5% está totalmente de acuerdo. Respecto a la necesidad de rediseñar las estrategias para desarrollar y consolidar la investigación científica en administración, 41% está de acuerdo y 44% totalmente de acuerdo, solamente 2% no estuvo de acuerdo y el resto no le preocupa el tema. Se concluye que la producción científica del área de administración en México, incorporada a Scopus es reducida, porque es un área relativamente joven, caso similar al de otros países en la región como Chile y Colombia (ver Malaver, 2016 y Macías, 2017).
Esta investigación es original y relevante porque el Conacyt desde hace algunos años ha decidido usar un enfoque ortodoxo, aceptado internacionalmente, para evaluar los avances de las distintas áreas del conocimiento a las cuales apoya con programas como el SNI. A partir de una reunión a la que se asistió el 14 de abril del 2016 en sus oficinas centrales en la Ciudad de México se comprobó lo anterior; ahí se declaró que la promoción y el mantenimiento del subsidio de los investigadores dependerá en mayor medida de la calidad e impacto de lo que publican, usando para ello como referente los cuartiles generados para las revistas indizadas en Web of Science, pero particularmente los cuartiles que la empresa Scimago construye a partir de información que obtiene de Scopus.
El Conacyt pretende que sus investigadores se sitúen en la frontera del conocimiento, al publicar en revistas del primer cuartil, que son aquellas en las cuáles los trabajos de forma normalizada reciben un mayor número de citas, alcanzan a más lectores y fortalecen el prestigio científico. Por lo tanto, los resultados aquí expuestos permiten a las autoridades en todos los niveles darse cuenta del actual estado de subdesarrollo del campo administrativo (aunque se reconocen los avances, destaca lo reducido de las citas y por lo tanto la irrelevancia del conocimiento publicado).
A diferencia de otras áreas de las ciencias sociales, la administración en México muestra un mayor atraso, en virtud de que su compromiso con la generación de conocimiento es algo relativamente nuevo, anteriormente se enfocaba estrictamente en la solución de problemas empresariales, la investigación en administración es reciente y de crecimiento lento. Según datos obtenidos del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (Conacyt, 2017), actualmente se cuenta con 16 programas de doctorado que están enfocados al área de administración, de los cuales 11 cuentan con carácter científico y solo 9 fueron creados con la finalidad de desarrollar investigación específica del área Esta información permite visualizar que la administración como ciencia apenas se está gestando y es importante implementar medidas que contribuyan al crecimiento del área (Martínez, 2017).
De acuerdo con grupo Scimago (2017), las revistas científicas se pueden agrupar en cuatro cuartiles, en función de su impacto en el mundo científico y sus buenas prácticas editoriales, donde el primero es el mejor y el cuarto el peor. Usando esta clasificación, de los investigadores del área de administración en México con publicaciones para el periodo 2010-2016, se encontró que 33.02% publicó en revistas del cuarto cuartil, 19.62% en el tercer cuartil, 23.40% en el segundo cuartil y 23.96% en el primero. De esta forma, la tarea para los siguientes años consiste en: 1) incrementar el número de investigadores del área de administración; 2) aumentar la tasa de crecimiento de la producción de artículos científicos indizados en Scopus; 3) mejorar la calidad de lo publicado para que sea citado y 4) publicar en revistas del primer cuartil ubicadas en la frontera del conocimiento.
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Se agradece el financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep) de la Secretaría de Educación Pública de México.
1. Profesora y funcionaria. Departamento de Ciencias Administrativas. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Doctorado en Ciencias Administrativas por la UACJ. nomartin@uacj.mx
2. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Doctorado en Estudios Regionales por El Colef. isaac.sanchez@uacj.mx