Vol. 38 (Nº 57) Año 2017. Pág. 31
Edgar OJEDA Camargo 1; John E. CANDELO 2; Alcides SANTANDER Mercado 3
Recibido: 21/07/2017 • Aprobado: 28/08/2017
RESUMEN: En este estudio se identifican los hábitos de consumo de las comunidades indígenas rurales en zonas no interconectadas y su posible inclusión en una política energética con modelo de umbral de subsistencia. Además, se realiza la comparación entre los consumos estimados de electricidad de algunas comunidades indígenas sin servicio y los consumos de otras comunidades que ya cuentan con el servicio. El estudio se aplicó a las comunidades indígenas del departamento de la Guajira, Colombia, mediante encuesta y observación. |
ABSTRACT: This study identifies the consumption habits of rural indigenous communities in non-interconnected zones and their possible inclusion into an energy policy with subsistence threshold model. In addition, a comparison between the estimated electricity consumption of some indigenous communities without service and the electricity consumption of other communities with service is performed. The study was applied to indigenous communities in the Department of la Guajira, Colombia, by means of survey and observation. |
Las poblaciones de las diferentes comunidades actualmente requieren acceso a la electricidad para el desarrollo social y económico, y la mayoría de los hogares en el mundo disfrutan de este servicio a través de redes eléctricas. La mayoría de los usuarios con servicio de electricidad ya se han adaptado a un sistema en el que asumen los costos de electricidad; sin embargo, para las comunidades rurales sin electricidad y entre ellas las poblaciones indígenas, esta situación es diferente debido a que muchos usuarios no pueden pagar los costos completos que demanda el servicio (Consorcio Energético: CORPOEMA, 2010; Departamento Administrativo de Planeación de La Guajira, 2014; Gilbert, 2004; Mugi-Ngenga et al., 2016). La falta de estudios relacionados con este tema nos impide tener suficiente información para representar los hábitos de consumo de los usuarios, las preferencias y necesidades de la población, la capacidad de adaptación al umbral de subsistencia, entre otras. Todos estos problemas limitan el continuo desarrollo de las poblaciones rurales, la inclusión social y las oportunidades de lograr un comercio sostenible.
Las políticas energéticas de algunos países han establecido que el consumo de electricidad de los usuarios residenciales en ciertos estratos socioeconómicos debe estar bajo el umbral de subsistencia con el fin de obtener los subsidios económicos. Sin embargo, algunos pocos investigadores han estudiado las necesidades de electricidad de las comunidades indígenas rurales y cómo están éstas incluidas en las políticas energéticas de cada país. Algunos de estos estudios han analizado las perspectivas de los usuarios finales y su satisfacción con la calidad de servicio en las zonas rurales (Shyu, 2013), la energía necesaria para abastecer de agua a las pequeñas comunidades indígenas en zonas remotas (Elasaad, Bilton, Kelley, Duayhe, & Dubowsky, 2015), y los patrones de consumo de energía de los hogares en las zonas rurales de África del Sur (Davis, 1998). Otros autores han propuesto para algunos países el uso de energías renovables con el fin de proporcionar electricidad a las comunidades (Byrnes, Brown, Wagner, & Foster, 2016) y también se ha estudiado el desarrollo de la energía en las comunidades indígenas en los Estados Unidos (Necefer, Wong-Parodi, Jaramillo, & Small, 2015). Además, otra investigación se centró en las oportunidades de desarrollo económico que rodean la energía eólica en las comunidades rurales (Munday, Bristow, & Cowell, 2011).
En estos estudios presentados, ha sido importante la electrificación con diversos recursos energéticos. Además, la mayoría de estos estudios se realizaron en América del Norte, Europa y África, no en América del Sur, donde hay un gran número de comunidades no estudiadas y poco atendidas. Por otra parte, la mayoría de los estudios anteriores se han centrado en las comunidades rurales, pero no en poblaciones indígenas. Por lo tanto, se necesita en el mundo un mayor número de investigaciones para entender los hábitos de consumo de electricidad de este tipo de población.
En este artículo se estiman los consumos de las poblaciones indígenas sin servicio de electricidad, se evalúa si es posible su inclusión en el modelo de umbral de subsistencia definidos en las políticas energéticas del país y se compara el consumo de electricidad estimado con el de otras poblaciones rurales que cuentan con el servicio y con el de una población urbana. La metodología se basa en la realización de una encuesta y observación directa a todos los elementos de la muestra elegida al azar. La muestra fue georreferenciada para identificar la proximidad de los participantes a los centros urbanos y agruparlos por municipio, con el fin de obtener conclusiones acerca del consumo de electricidad. Para la prueba, la comunidad indígena Wayuu del Departamento de La Guajira en Colombia fue seleccionada como la población a estudiar sus condiciones de vida. Además, se analizaron los datos y se describieron los aspectos importantes del comportamiento del consumo eléctrico de las comunidades encuestadas. La motivación para realizar este estudio es por la posibilidad de continuar en el desarrollo de programas sociales y económicos para las comunidades rurales, la aplicación de nuevas tecnologías sostenibles para generar electricidad que se ajusta a los aspectos culturales de las diferentes comunidades, y la mejora del medio ambiente (Valer, Mocelin, Zilles, Moura, & Nascimento, 2014).
El resto del documento se organiza de la siguiente manera: la sección 2 describe los materiales y métodos utilizados en el estudio; luego, la sección 3 presenta los resultados obtenidos de la investigación y el análisis de la información; y finalmente, la sección 4 muestra las conclusiones generales de la investigación, las implicaciones del estudio y el trabajo futuro.
En esta sección, se define el tamaño de la población rural indígena, se calcula el tamaño de la muestra para la encuesta, se realiza la encuesta a la muestra, se consolidan los datos y se organiza la información para identificar las características importantes del consumo de electricidad. Finalmente, se dividen las comunidades indígenas rurales en poblaciones con y sin electricidad para comparar sus consumos con una comunidad urbana.
Se seleccionó el departamento de La Guajira, Colombia, para este estudio. Este departamento tiene una extensión de 20.848 km2 compuesto por tres zonas: baja, media y alta Guajira (Puerta Silva, 2004). Los principales municipios de este departamento son Manaure, Uribía, Maicao, y Riohacha; todas las comunidades rurales indígenas están asociados políticamente con esas jurisdicciones urbanas. Las comunidades Wayuu, que ascienden a 219.646 personas, constituyen el 95,27% de la población indígena de la región, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE, 2009a, 2009b).
La Tabla 1 presenta los nombres de las respectivas comunidades Wayuu asociados a Riohacha, Maicao, Manaure y Uribía. Cada comunidad está asociada a los principales municipios de La Guajira en función de su dependencia política. Esto permite presentar los resultados y comparar las poblaciones rurales y urbanas.
Tabla 1
Distribución de las comunidades Wayuu por municipio.
Número |
1. Riohacha |
2. Maicao |
3. Manaure |
4. Uribía |
1 |
Aujeros |
La villa |
Ishipa |
Utta |
2 |
Comunidad Rural |
Ceura N° 2 |
Kasumana |
Pantu |
3 |
Jotama |
Montañita |
Nalapu |
Bahía onda |
4 |
Los Mayales |
Orroko |
Kaniamana |
Nazareth |
5 |
|
La Paz |
Kulijirapu |
Carrizal |
6 |
|
Jijitui |
Mawaten |
Comunidad Uribía |
7 |
|
Parrichi |
Paquimana |
Cabo de la vela |
8 |
|
Torochirojuna |
Palmita |
Rancho grande |
9 |
|
Flor de la Sabana |
Ciruela |
Cardón |
10 |
|
Santa Rosa |
Uyumarari |
Casiguron |
11 |
|
|
Alesapuria |
Etkimana |
12 |
|
|
Chichón |
Paralaway |
13 |
|
|
Santana |
Cachulapp |
14 |
|
|
Chaguantamana |
|
15 |
|
|
Uliunakat |
|
16 |
|
|
Wayupia |
|
17 |
|
|
Samaria |
|
18 |
|
|
Cristin López |
|
19 |
|
|
Mohumana |
|
20 |
|
|
Kusinamana |
|
21 |
|
|
Montaker |
|
22 |
|
|
Panerrakishi |
|
23 |
|
|
Pesuapa |
|
24 |
|
|
Sendero |
|
Para el estudio se han seleccionado un total de 51 comunidades ubicadas en la media Guajira (Riohacha, Maicao, y Manaure) y en la alta Guajira (Uribía), como en estudios previos (Ojeda Camargo, Candelo, & Silva-Ortega, 2017; Ojeda Camargo, Hernández Riaño, Bedoya Valencia, Barrios Sarmiento, & Candelo Becerra, 2016; Vides-Prado et al., 2017). Las comunidades de la baja Guajira no se consideraron en el estudio porque la mayoría de estas cuentan con electricidad desde hace muchos años y ya se encuentran adaptados al servicio. Debido a que algunas de las casas en las comunidades indígenas encuestadas podrían tener el servicio de electricidad (Cárdenas Estupiñán, 2011), se clasificó cada comunidad en poblaciones con y sin electricidad, para comparar sus consumos y hábitos.
En la Figura 1, las comunidades indígenas se han identificado con un número y las principales ciudades se han identificado con círculos. Cada comunidad se numera de acuerdo al municipio principal y su posición en la Tabla 1. Por ejemplo, la primera comunidad asociada a Riohacha (Aujeros) fue numerada como 1.1, la primera comunidad asociada a Uribía (Utta) tiene el número 4.1, y así sucesivamente.
Figura 1
Las comunidades indígenas ubicadas en la parte media y alta Guajira.
Fuente: Adaptado de Google Earth.
De acuerdo con el DANE (2006), hay aproximadamente 3,9 personas por hogar en Colombia y alrededor de 5,1 personas por hogar en La Guajira. Entonces, se ha dividido el número de habitantes de la media y alta Guajira (219.646) por el número de personas en cada hogar en el departamento (5,1); el resultado final da un total de 43.068 hogares.
Se aplicó el método de muestreo probabilístico a esta población, para que todas las familias tuvieran la misma probabilidad de ser seleccionado en la muestra. La muestra para la encuesta se calcula utilizando la ecuación (1):
donde n es la muestra; N es la población (43,068 hogares de media y alta Guajira); Z es el nivel de confianza que corresponde al 95% o 1,96 de la desviación estándar; P es la proporción esperada igual a 50% de probabilidad de ser seleccionado (Q = 1-P= 0,5); y e es el error se estimó en 5%. Una vez se han reemplazado los valores suministrados se obtienen 381 casas. La Tabla 2 muestra el porcentaje de hogares seleccionados de la muestra por municipio, de acuerdo al número de comunidades en cada municipio.
Tabla 2
Distribución de la muestra por el Municipio.
Municipio |
Zona |
Cantidad |
Porcentaje (%) |
Uribía |
Alta |
130 |
34,12 |
Manaure |
Media |
127 |
33,33 |
Maicao |
Media |
66 |
17,32 |
Riohacha |
Media |
58 |
15,22 |
Total |
381 |
100 |
La encuesta se llevó a cabo con personas que viven en hogares en las comunidades que se presentan en la Tabla 1 y la Figura 1. La población de la media Guajira seleccionada (Manaure, Maicao y Riohacha) representa el 65,88% de la población total, mientras que el 34,12% corresponde a la población seleccionada en la alta Guajira (Uribía). La alta y la media Guajira consideran un alto porcentaje de comunidades ubicadas en proximidades al mar Caribe, como se mostró en la Figura 1.
Se realizó una encuesta para estimar el consumo de electricidad de los hogares a través de las actividades diarias y el uso de los aparatos electrodomésticos (Pinedo, 2010). La Tabla 3 muestra la plantilla utilizada para obtener los datos de las personas que viven en un hogar de una comunidad encuestada. Se estimó el consumo total de electricidad mediante la identificación de cada aparato electrodoméstico que se utiliza, el tiempo de uso y otros hábitos de consumo. Se identificó los momentos de uso de cada aparato electrodoméstico y con ello se calculó el consumo diario y mensual de electricidad de las diferentes comunidades. Esta encuesta se aplicó a las comunidades seleccionadas en la muestra con el fin de comparar los hábitos de consumo de las comunidades rurales con y sin electricidad. En la tabla, Pq se refiere a tamaño pequeño, Md a tamaño mediano, Gd a tamaño grande, Pn es la potencia nominal estimada del equipo, Cant es la cantidad de equipos que tiene en cada hogar, Tu es el tiempo de uso de cada equipo, Hi hora inicial de uso, Hf hora final de uso, Hu son las horas totales de uso, Nv es el número de veces que se usa (al día, a la semana, o al mes) y Pt es la potencia total calculada con todos los aspectos considerados.
Tabla 3
El uso de los utensilios del hogar y tiempo de uso.
Equipos eléctricos |
Tamaño |
Pn (W) |
Cant |
Tu |
Hu |
Nv |
Pt |
|||||
Pq |
Md |
Gd |
Hi |
Hf |
Día |
Sem |
Mes |
|||||
Secadora |
|
|
|
2.500 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Caldera de agua |
|
|
|
1.500 |
|
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|
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|
Horno de microondas |
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1200 |
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|
Cocina de arroz |
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|
|
1000 |
|
|
|
|
|
|
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|
Plancha de vapor |
|
|
|
1000 |
|
|
|
|
|
|
|
|
tostadora |
|
|
|
1.000 |
|
|
|
|
|
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|
Bomba de agua eléctrica de 1 HP |
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746 |
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|
Cafetera |
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|
|
600 |
|
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|
|
|
|
|
|
Lavadora |
|
|
|
500 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Ventilador de techo |
|
|
|
500 |
|
|
|
|
|
|
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|
Ventilador de suelo |
|
|
|
60 |
|
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|
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|
|
|
|
Frigorífico |
|
|
|
350 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Licuadora |
|
|
|
300 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Congelador residencial |
|
|
|
250 |
|
|
|
|
|
|
|
|
informático |
|
|
|
200 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Batidora de pie |
|
|
|
200 |
|
|
|
|
|
|
|
|
TV |
|
|
|
200 |
|
|
|
|
|
|
|
|
DVD |
|
|
|
200 |
|
|
|
|
|
|
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|
Bombilla de 1 |
|
|
|
1-100 |
|
|
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|
|
|
|
|
Bulbo 2 |
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|
|
101-200 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 3 |
|
|
|
201-300 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 4 |
|
|
|
301-400 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 5 |
|
|
|
401-500 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 6 |
|
|
|
501-600 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 7 |
|
|
|
601-700 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 8 |
|
|
|
701-800 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 9 |
|
|
|
801-900 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Bombilla de 901-1000 |
|
|
|
10 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Radio reloj |
|
|
|
10 |
|
|
|
|
|
|
|
|
Extractor de jugo |
|
|
|
50 |
|
|
|
|
|
|
|
|
total |
|
|
|
|
|
Para nuestra encuesta, se seleccionó al azar los diferentes hogares y se les preguntó acerca de los aparatos electrodomésticos que usarían potencialmente para mejorar su calidad de vida (Leal González, Alarcón Puentes, & Leal Jérez, 2003). Después de obtener estos datos, se estimó el consumo medio de electricidad para las comunidades y se compararon con el umbral de subsistencia definidos en Colombia y los hábitos de la población.
Los resultados que se presentan a continuación se han organizado de acuerdo a los objetivos propuestos en la investigación. La primera parte de los resultados corresponde a la identificación de si los hábitos de consumo de algunas comunidades indígenas rurales con y sin electricidad se ajustan al modelo de umbral de subsistencia definido en la política energética. La segunda parte de los resultados examina cómo el consumo estimado de las comunidades indígenas sin electricidad se compara con el consumo de las comunidades indígenas con electricidad y también con una población urbana.
La identificación de los hábitos de consumo de electricidad de las comunidades es importante para el aprendizaje de cómo se usa la electricidad después de recibir el servicio. Por otra parte, la estimación de los hábitos de consumo en las comunidades sin electricidad proporcionará una idea de cómo van a utilizar la electricidad una vez sea instalado el servicio en cada hogar. Estos resultados permitieron la estimación del consumo total de electricidad en las comunidades indígenas rurales y ayudaron a identificar el nivel de consumo de los usuarios residenciales.
De los 381 hogares encuestados se encontró que el 26% (99) tiene electricidad mientras que el 74% (282) no lo tiene. Las comunidades indígenas rurales de la Tabla 1 con electricidad son Nazaret-Uribía (4.4), Cristin López-Manaure (3.18), La Paz-Maicao (2.5), La Villa-Maicao (2.1), Pesuapa-Manaure (3.23), Santa Rosa-Maicao (2.10) y Aujero-Riohacha (1.1). Debido a que se encontraron pocas comunidades con electricidad, estas fueron organizadas en un solo grupo para mostrar sus resultados y compararlos con los de otras comunidades.
La tabla 4 muestra el consumo promedio mensual de las comunidades indígenas rurales y de una población urbana. Se puede evidenciar las diferencias con respecto al umbral de subsistencia, la desviación estándar del consumo de los usuarios y la desviación estándar del consumo de las comunidades. Estos resultados se presentan para las comunidades indígenas rurales sin electricidad (RICNE), que se agrupan por municipio principal (Riohacha, Uribía Maicao y Manaure); para las comunidades indígenas rurales con energía eléctrica (RICWE); y para una población urbana con electricidad (UPWE). Obtuvimos el umbral de la subsistencia de la Guajira, Colombia desde Unidad de Planeación Minero Energética - UPME (Unidad de Planeación Minero Energética - UPME & Ministerio de Minas y Energia, 2004), el cual se define como 173 kWh/mes. Por último, se obtuvo la media de consumo de la población urbana, teniendo en cuenta solamente personas en el estrato socioeconómico bajo y basado en estudios previos de consumos de las principales ciudades en Colombia (Sustainable - Energy for All, n.d.). También, se asumió que todas las poblaciones indígenas tenían el mismo estrato socioeconómico bajo (Villalobos-Colina, Marrufo-Torres, & Bravo-Henriquez, 2012).
Tabla 4
Consumo de Electricidad de Comunidades y diferencias desde el umbral de subsistencia.
Comunidad |
RICNE |
RICWE |
UPWE |
||||
Riohacha |
Uribía |
Maicao |
Manaure |
Total |
Total |
Estrato 1 |
|
Consumo mensual (kWh/mes) |
153 |
123 |
132 |
141 |
138 |
137 |
170 |
Diferencias de umbral de subsistencia (kWh/mes) |
20 |
50 |
41 |
32 |
35 |
36 |
3 |
Desviación estándar de usuarios |
0,88 |
0,8 |
0,57 |
0,78 |
0,76 |
0,64 |
- |
Desviación estándar de comunidades |
0,54 |
0,52 |
0,2 |
0,61 |
0,6 |
0,48 |
- |
Esta tabla muestra que el consumo promedio de comunidades indígenas rurales con y sin electricidad está por debajo del umbral de subsistencia (173 kWh/mes). Por otra parte, el consumo de electricidad medio estimado para las comunidades sin electricidad es similar al promedio de consumo de las comunidades con electricidad. Cuando se compara el consumo estimado de las comunidades indígenas rurales con el consumo de la población urbana de un estrato socioeconómico bajo, los resultados muestran que estas comunidades indígenas rurales utilizan menos electricidad que las comunidades urbanas.
Las comunidades indígenas asociadas a Riohacha tienen un mayor consumo de energía eléctrica que otras comunidades indígenas, pero su consumo es menor al de la población urbana. Por otra parte, las comunidades indígenas tienen una desviación estándar similar y las asociadas a Riohacha tiene el valor más alto. Estos resultados muestran que el consumo promedio de electricidad de todas las comunidades indígenas rurales está por debajo del umbral de subsistencia, debido a los hábitos de consumo, aspectos culturales, preferencias de consumo, entre otros. Es importante anotar que la identificación de las comunidades con un consumo estimado de electricidad cerca o por encima de los límites del umbral de subsistencia, da la posibilidad de crear un nuevo plan de eficiencia energética y garantizar la sostenibilidad de los recursos energéticos. Esta comparación también es útil para determinar si los proyectos de producción de electricidad sostenible pueden ser creados para mejorar el desarrollo social de las comunidades (Akella, Saini, & Sharma, 2009).
La Figura 2 muestra el consumo de electricidad para las 51 comunidades encuestadas. Esas comunidades se presentan en esta figura con el nombre correspondiente del municipio principal y el número asignado en la Tabla 1. Se obtuvo el consumo promedio de todos los usuarios encuestados en cada comunidad para identificar las comunidades con alto uso de la electricidad. Este consumo se compara con el umbral de subsistencia, el cual se representa en esta figura con el nombre de ST igual a 5,76 kWh/día.
Figura 2
Consumo diario promedio de las comunidades de la media y alta Guajira.
Algunas comunidades en la muestra están cerca o por encima del umbral de subsistencia. Estos incluyen comunidades como Vía Valledupar cerca de Riohacha (2); Bahía Onda cerca de Uribía (3); e Ishipa (1), Chaguantamana (14), Panerrakishi (22) y Sendero cerca de Manaure (24). Esas comunidades están bien pobladas y situadas cerca de la costa del Caribe, donde sus actividades principales están relacionadas con la producción de hielo, la industria marítima y la conservación de los alimentos, todos los cuales exigen grandes cantidades de electricidad. Por el contrario, el consumo bajo se produjo en las comunidades ubicadas en el municipio de Uribía como cerca de Uribía (6), Cardon (9), Casiguron (10) y Paralaway (12). Estas comunidades están situadas en zonas aisladas donde las condiciones de vida se deterioran debido a la falta de electricidad (Bustos González, Sepúlveda, & Triviño, 2014).
Por lo tanto, hemos encontrado que las altas tasas de consumo se producen principalmente en las comunidades cercanas a los centros urbanos densamente pobladas. Normalmente, las pequeñas comunidades que se encuentran lejos de los centros urbanos tienen un bajo consumo. Por otra parte, el consumo de electricidad de la mayoría de comunidades está por debajo del umbral de subsistencia; sin embargo, las comunidades con un alto consumo de electricidad deben ser consideradas para los planes de ahorro de energía. Estos resultados son útiles para el diseño de sistemas óptimos de energía ajustada a los hábitos de consumo de cada comunidad. Es importante resaltar que, aunque los resultados están basados en la estimación de los consumos a partir de encuestas de uso de electrodomésticos para las comunidades sin electricidad, de los promedios de los consumos facturados para las comunidades indígenas con electricidad, y de la estimación de los consumos de una población urbana con condiciones ambientales similares, se han encontrado similitudes para las diferentes comunidades comparadas. Aunque algunas comunidades superan los valores límites, la mayoría de las comunidades rurales coincide con la política actual de energía del país (Sustainable - Energy for All, n.d.; Universidad Nacional de Colombia & Unidad de Planeación Minero Energética UPME, 2006).
La comparación del consumo de electricidad en las comunidades indígenas con la población urbana permitió la identificación de las diferencias en los hábitos de cada población y confirmó que se necesitaba un comportamiento distinto para diseñar nuevos sistemas de energía. La Figura 3 muestra el consumo promedio por hora en las comunidades indígenas rurales con y sin electricidad y de las personas que viven en zonas urbanas. En esta figura, Riohacha, Uribía, Maicao y Manaure relaciona las comunidades sin electricidad; "RICWE" se refiere a las comunidades rurales con electricidad; y "UPWE" se refiere a la población urbana con electricidad. Para obtener estos resultados, se utilizó la encuesta presentada en la Sección 2.3 para estimar el consumo de las comunidades indígenas sin electricidad y las comunidades indígenas con electricidad. El consumo de electricidad de los usuarios ubicados en áreas urbanas fue estimado mediante el consumo promedio de un estrato socioeconómico bajo, en una ciudad principal de la costa atlántica (Sustainable - Energy for All, n.d.) y proyectado con la curva de consumo típica en Colombia (Itansuca Ltda, Sinergia Ltda, & Ministerio de Minas y Energía, 2004).
Figura 3
Consumo de energía promedio de las comunidades en las zonas rurales y urbanas
Esta figura muestra grandes diferencias en el consumo de electricidad de las poblaciones rurales y urbanas. Esas diferencias se relacionan con los hábitos diarios de la población, de acuerdo a la zona a la que se aplicó la encuesta. Se confirma también que las comunidades cercanas a Uribía tienen un menor consumo de electricidad durante el día, que las ubicadas cerca de Riohacha, Manaure y Maicao.
El consumo promedio de comunidades indígenas rurales fue inferior a 0,35 kWh y las curvas de las diferentes comunidades tenían patrones similares. En cada comunidad, los picos de consumo eran entre 6:00 y 7:00, entre 12:00 y 13:00 horas y entre 18:00 y 19:00. La curva de demanda diaria de los residentes urbanos muestra picos de consumo entre 11:00 y 13:00, con el mayor consumo entre las horas 18:00 y 22:00. Esto es similar a los patrones de consumo de las comunidades indígenas rurales. Sin embargo, el consumo de la población urbana se mantiene alta durante la mayor parte de la mañana, la tarde y la noche.
El consumo de las comunidades rurales baja considerablemente durante la noche debido a que no utilizan la electricidad durante las horas del día, a excepción de cuando regresan a sus actividades diarias temprano en la mañana. Las diferencias en el consumo de electricidad en las horas de la mañana entre las comunidades indígenas y usuarios urbanos se da porque los indígenas realizan algunas actividades culturales y económicas durante estas horas del día (Giraldo Polanco & Vega Gámez, 2015; Mancuso, 2005).
En resumen, esta comparación mostró que hay varias diferencias en el consumo diario de las poblaciones urbanas y rurales, aunque estas diferencias no representaron valores muy altos, debido a que el uso de los aparatos electrodomésticos se distribuye durante el día. Además, el consumo de electricidad de las comunidades indígenas rurales presentó tres periodos altos y tres bajos durante el día, lo que lleva a un consumo medio de electricidad menor que el de la población urbana. Es importante resaltar que, aunque los resultados se basan en encuestas de comunidades con y sin electricidad y de estudios previos para las principales poblaciones urbanas en Colombia; estos muestran mucha similitud de picos de consumo entre las diferentes comunidades en horas similares, sin importar la zona en que se encuentre cada población.
La Tabla 5 muestra los electrodomésticos preferidos por las comunidades indígenas rurales. En esta tabla, RICNE se refiere a las comunidades indígenas rurales sin electricidad, RICWE a las comunidades indígenas rurales con electricidad y UPWE población urbana con electricidad. Hemos definido algunos electrodomésticos importantes y se le preguntó a la población acerca de cuándo los utilizan durante el día, semana y mes. La información para la población urbana se obtuvo a partir de un estudio previo (Universidad Nacional de Colombia & Unidad de Planeación Minero Energética UPME, 2006) que considera una ciudad con condiciones climáticas similares a las de la región.
Tabla 5
Preferencias de comunidades urbanas y rurales sobre el uso de electricidad en el hogar.
Comunidad |
RICNE |
RICWE |
UPWE |
||||
Ubicación |
Riohacha |
Uribía |
Maicao |
Manaure |
Guajira |
Guajira |
Urbana |
Iluminación |
24% |
19% |
27% |
28% |
24% |
24% |
16% |
Televisión |
17% |
25% |
35% |
22% |
25% |
24% |
8% |
Refrigeración |
16% |
35% |
17% |
28% |
27% |
27% |
39% |
Lavadora |
16% |
3% |
8% |
4% |
6% |
6% |
2% |
Ventilación |
3% |
3% |
5% |
2% |
3% |
3% |
28% |
Cocción |
12% |
2% |
2% |
2% |
3% |
3% |
0% |
Otros |
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La mayor parte de las poblaciones indígenas, con y sin electricidad, prefiere utilizar refrigeradores para conservar los alimentos, seguido por el uso de la televisión y la iluminación. Esto confirmó que las preferencias para las comunidades indígenas con y sin electricidad son similares y no hay un cambio significativo en sus hábitos una vez adquieren el servicio de electricidad. Un aspecto destacable de esta tabla es que la mayoría de los indígenas consideran que el uso de electricidad para cocinar no es tan importante como para otras actividades, ya que comúnmente cocinan utilizando otras fuentes de energía. Sin embargo, las personas en las comunidades cercanas a la capital Riohacha consideran que la electricidad es un recurso importante para cocinar, aunque las personas urbanas utilizan más otros recursos como el gas natural.
Por lo tanto, se pudo observar que cada población indígena tiene sus preferencias de uso de la electricidad, que hay grupos de comunidades indígenas que tienen preferencias similares y que también coinciden con las preferencias de las poblaciones urbanas (especialmente comunidades cercanas a las ciudades grandes). Se encontró que la principal diferencia entre las poblaciones indígenas rurales y las urbanas es que las poblaciones rurales prefieren usar la electricidad para ver la televisión, la refrigeración de alimentos y la iluminación; mientras que la población urbana prefiere el uso de electricidad para refrigeración, ventiladores y la iluminación. Es importante resaltar que, aunque los resultados obtenidos son basados en preferencias expresadas por las personas encuestadas en las comunidades con y sin electricidad, y en un estudio previo de consumo para las principales ciudades en Colombia, la comparación muestra que hay preferencias similares en el uso de electricidad en varias comunidades indígenas y que algunas diferencias que se encuentran entre comunidades dependen mucho de las necesidades de cada población de acuerdo a su ubicación en el territorio.
En este trabajo presentamos un análisis de necesidades de electricidad de las comunidades indígenas rurales, comparando su consumo estimado de electricidad con el umbral de subsistencia incluido en la política energética de Colombia. Además, comparamos el consumo estimado de electricidad de comunidades indígenas rurales sin electricidad, comunidades indígenas rurales con electricidad y una población urbana con electricidad.
En general, la encuesta de la población indígena rural sin electricidad realizada en este estudio concluyó que el consumo promedio de esta población está por debajo del umbral de subsistencia. El nivel de consumo de estas comunidades es un poco menor que el de otras poblaciones urbanas a niveles socioeconómicos similares. Sin embargo, algunas poblaciones indígenas, como las ubicadas cerca de los principales municipios o zonas costeras, pueden alcanzar este alto nivel de consumo, dependiendo de su ubicación y las actividades necesarias para vivir. Por lo tanto, nuestros resultados pueden ayudar a identificar un nuevo modelo para el suministro de electricidad de bajo costo mediante el uso de fuentes de energía renovables que suministran electricidad a lo largo del día.
Al comparar el consumo estimado de electricidad de las comunidades indígenas rurales sin electricidad y el consumo estimado de personas que viven en áreas urbanas, los resultados mostraron comportamientos diferentes, particularmente que los indígenas consumen más electricidad durante las primeras horas del día para realizar sus actividades primarias y evitar el calor del mediodía. Después de comparar el consumo estimado de electricidad de las comunidades indígenas rurales sin electricidad con las comunidades indígenas rurales con electricidad, concluimos que tienen comportamientos de consumo similares, lo que implica que los hábitos de consumo esperados se preservan después de obtener electricidad. Además, después de comparar el consumo estimado de electricidad entre las mismas comunidades indígenas rurales sin electricidad, encontramos que sus comportamientos eran similares, pero las comunidades más cercanas a los centros urbanos tendían a aumentar el consumo de acuerdo a las influencias culturales de las comunidades urbanas.
Para trabajos futuros, proponemos diseñar sistemas eléctricos que se ajusten a los hábitos de consumo de la población, redefiniendo las políticas energéticas para incluir a estas comunidades en el desarrollo económico a través del comercio, diseñando un mercado eléctrico que evite el aumento de los costos energéticos tras la instalación de redes y generadores. Comunidades rurales para identificar mejor la influencia de los centros urbanos.
Los autores agradecen a la Universidad de La Guajira, a la Universidad del Norte y a la Universidad Nacional de Colombia por su apoyo financiero para la realización de este proyecto. Los autores también agradecen a los siguientes estudiantes por su ayuda: Andrés Vides Prado, Carlos Vides Prado, Mijael Heras Ojeda, Luis Gutiérrez Carretero, Liseth Perpiñan Duitama y Jhon Ditta Granados.
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1. Facultad de Ingeniería, Universidad de La Guajira, Km 5 Vía Maicao, Riohacha, Colombia. Email: eojeda@uniguajira.edu.co
2. Facultad de Minas, Departamento de Energía Eléctrica y Automática, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, Carrera 80 No 65 – 223, Medellín, Colombia. Email: jecandelob@unal.edu.co
3. División de Ingenierías, Departamento Ingeniería Industrial, Universidad del Norte, Km 5 Vía Puerto Colombia, Barranquilla. Email: asantand@uninorte.edu.co