Andrea Pujol, Constanza Dall’Asta y Javier Navarra
En lo que respecta al software, la mayoría de las firmas tiene una demanda poco sofisticada, tratándose principalmente de sistemas de automatización de oficinas y enlatados (77.3%). Por el contrario, software más complejos como sistemas de trabajo de conocimiento (herramientas case), soportes de decisión para nivel medio y soportes gerenciales, son utilizados por una proporción significativamente inferior de firmas. En suma, solo el 22.7% de las firmas dispone de softwares de gestión que pueden ser caracterizados como complejos (cuadro 3).
Cuando se analiza el escaso número de firmas que utilizan herramientas de trabajo de conocimiento, cabe señalar que otras investigaciones muestran que a comienzo de los años 90, el 70% de las organizaciones que introducía este tipo de herramientas, dejaba de usarla después de adquirida. Otras empresas pasaron por el proceso de evaluar las herramientas pero sentían temor de incorporarlas ya que no poseían información respecto al impacto que éstas tendrían en la productividad de los analistas, la actitud hacia el uso, si requerían o no cambios en su estructura organizativa, o qué criterios debían ser usados para evaluarlas (Kemerer, 1992).
A su vez, otras investigaciones (Premkumar y Potter, 1995) señalan que la mayoría de las organizaciones que incorporan este tipo de herramientas suelen disponer de un promotor interno del producto adquirido; a modo de un líder que facilite la apropiación de la herramienta por parte de la empresa, que a su vez cuente con el apoyo de la alta gerencia para que la tecnología sea aceptada e implementada exitosamente. En el caso que nos ocupa, la percepción de la necesidad de personal especializado se encuentra repartida: un 43% de los encuestados opina que se requiere personal especializado en comunicación asociado a la dirección, contra un 48% que no lo considera necesario.
La percepción de la ventaja de las TICs en la gestión de información resulta positiva. El 83% considera que los nuevos software permiten controlar mejor los inventarios y los stocks interproceso y el 96% considera que los nuevos softwares permiten mejor planificación. Así mismo, se observa que en el 74% de los casos, existen políticas de backup formales, aún cuando no predomina un solo tipo de mecanismo (Zip, Cd, Disco duro extraíble, etc.) y el 65% de las firmas demora menos de un día en reconstruir y reprocesar la información generada en un día.
En cuanto al impacto de las TICs en la eficacia de los grupos de trabajo, se observa que el correo electrónico y la intranet parece ser la tecnología que más significativamente impacta en los equipos, porque potencia la forma en que se transmite la información (52%), la relación entre los miembros (52%) y la integración en el área productiva (40%) y con las áreas no productivas (52%). Internet, en cambio, solo se considera potente en la gestión de la información externa (35%) y los sistemas electrónicos de control son percibidos como muy eficaces para el área productiva (74%).